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Reunión de cierre de campaña

“Una escoba a cada bruja”

Este lunes 13 el Clamu realizó una reunión evaluatoria de la campaña 16 Días de Activismo contra la Violencia hacia las Mujeres y por la Promoción de los Derechos Humanos, edición 2021, que se desarrolló entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre.

Amalia Antúnez


Foto: Gerardo Iglesias

Las afiliadas a la Regional llegaron puntualmente al encuentro, realizado por zoom desde las 14 horas para analizar mediante una dinámica de grupos qué fortalezas y debilidades percibieron durante la campaña y cómo fue la experiencia de abordar la temática LGBTI, lo nuevo en esta edición.

El encuentro contó con más de 40 participantes de seis países de la región en representación de sus sindicatos o federaciones y del equipo de comunicación del Clamu. La charla fue distendida, amena, y sobre todo muy emotiva.

Es conmovedor ver cómo cuando los horarios no coinciden, igual se suman desde sus autos, desde el vestuario de la fábrica, desde el patio del frigorífico, porque lo importante es estar y compartir.

La mayoría de los que participaron de las actividades de esta edición 2021 de la campaña coincidieron en que durante estos 16 días se fortalecieron como sindicalistas, pero que a lo largo de todo el año crecieron como personas, como una gran familia.

Si les dan media hora se quejan que es poco tiempo. Este lunes tuvieron una hora y tampoco alcanzó, porque este grupo que se generó a partir del Clamu siempre encuentra temas para debatir y propuestas para seguir trabajando.

Las tareas realizadas para esta campaña ̶ desde entrevistas en video hasta volanteadas, intervenciones urbanas y lanzamientos ̶ superaron las expectativas y dejaron la vara muy alta.

Sin embargo, ya fijaron fecha para la próxima cita, donde socializarán las respuestas del trabajo en grupos y doblarán la apuesta para 2022.

Se acerca el final de la reunión y las lágrimas brotan sin pedir permiso cuando Gisele (Adao) dice que en este grupo no están para cumplir con la cuota o para andar a la moda.

Aquí se trabaja con amor, con respeto y con la convicción de que siempre vale la pena luchar para cambiar la realidad, aunque sea de una sola persona que esté sufriendo violencia o discriminación, dijo.

Cuando Ulises (Muñoz) se refiere a sus compañeras como “estas guerreras”, cuando Mónica Cáceres dice con su encantador acento cordobés “gracias interminables, los quiero de verdad a todos y a todas”, cuando Emmy (Meza) no puede hablar porque la embarga la emoción o cuando Daniela (Boglione) comparte que ella es una sobreviviente de esta violencia que luchamos para erradicar, todas asienten con la boca, la mano o la cabeza.

Lo mismo sucede cuando Neuza (Barbosa) saluda a Jaqueline por haber sido promotora de que “nos nacieran alas en la espalda y nos lanzáramos a volar” y cuando Jaqueline responde entre risas y lágrimas: “creo que le di una escoba a cada bruja”.

Es imposible no emocionarse cuando todas, todos, toditos sabemos que este adiós es solo un hasta pronto y que las batallas que nos toquen librar el año que viene nos encontrarán juntos y más unidos que nunca.