AGUA

Agua que no has de beber

De empresarios como éste, líbranos, Señor.
Peter Brabeck-Letmathe, austríaco, desde 2005 en la dirección de la transnacional Nestlé, considera que se debería privatizar el suministro de agua

Agua que no has de beber
De empresarios como éste, líbranos, Señor.
Peter Brabeck-Letmathe, austríaco, desde 2005 en la dirección de la transnacional Nestlé, considera que se debería privatizar el suministro de agua. 
 
Brabeck-Letmathe piensa que  esa privatización serviría para que, como sociedad, tomemos conciencia de la importancia del agua y acabemos con el malbaratamiento que se produce en la actualidad.
 
Unas palabras, las suyas, que provocan cierto estupor, máxime si se tiene en cuenta que Nestlé es el líder mundial en la venta de agua embotellada, un sector que le reporta el 8 por ciento de sus ingresos totales, que en el 2011 ascendieron hasta los 68.580 millones de euros.
 
Pero Brabeck ha salido al paso de estas y otras críticas para remarcar que el hecho de que mucha gente tenga la percepción de que el agua es gratuita hace que en demasiadas ocasiones no se le dé el valor que tiene y se malgaste.
 
De ahí que sostenga que los gobiernos deben garantizar que cada persona disponga de cinco litros de agua diaria para beber y otros 25 litros para su higiene personal, pero que el resto del consumo se tendría que gestionar siguiendo criterios empresariales.

A pesar del rechazo que provocan sus postulados, hace tiempo que los defiende sin miramientos. En su opinión, el agua debería ser tratada como cualquier otro bien alimenticio y tener un valor de mercado que viniera establecido por la ley de la oferta y la demanda (!!!). Sólo de esta manera, emprenderíamos acciones para limitar el consumo excesivo que se da en estos momentos.

Toda un alma caritativa, este señor Peter Brabeck-Letmathe

Y hablando del agua pasemos ahora al Paraguay. Este es un asunto que deberíamos de poner en la lista de temas preferenciales para el próximo gobierno: somos millonarios en agua para beber, pero no todos los  paraguayos gozamos de agua bebible.

 
Algo inaudito.