AGUA

El agua no me resulta del todo confiable

Precisamos un cambio cultural y una mayor transparencia

22 de marzo, Día Mundial del Agua
Con Daniel Panario
El agua no me resulta del todo confiable
Precisamos un cambio cultural y una mayor transparencia
Montevideo y aledaños, donde habita más de la mitad de la población del país, están en estado de alerta social. El agua potable está bajo escrutinio a raíz de la presencia reiterada de mal olor y desagradable sabor. Sirel dialogó al respecto con el ingeniero agrónomo Daniel Panario, Profesor (Grado 5) de la Facultad de Ciencias y Director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales (IECA) de esa casa.
Desde mi infancia escucho que el agua corriente uruguaya es insuperable. Siempre estuvimos orgullosos de su calidad. ¿Qué está pasando?
-Los uruguayos tenemos una autoimagen equivocada en varias cosas. Aquello de “Como el Uruguay no hay”, o “Uruguay la tacita del Plata”, hace tiempo que ya no corre. El agua de OSE[1] no me resulta del todo confiable.
 
Este tema me preocupa hace tiempo, desde mucho antes que se generara la actual situación que se pudo incluso haber minimizado en su gravedad, pero… no se reaccionó a tiempo. Hace tiempo venimos diciendo que la agricultura intensiva exige el uso de cantidades crecientes de fertilizantes que contienen nitrógeno y fósforo.
 
Mucho de estos productos acaban llegando a las cuencas de agua y crean condiciones favorables para el crecimiento explosivo de algas y otros organismos, sumado a la notoria expansión de las áreas de cultivos intensivos.canilla-3-200b
 
En el fondo, hay que sincerarse, hay que decirle a la gente: “Señoras y señores: ustedes deben filtrar su agua en su casa”. Y punto.
 
Organoclorados en el agua
 
¿Por qué?
-La OSE pone hipoclorito de sodio en el agua porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo indica. Lo hace pensando en un promedio de situaciones; es una recomendación general que importa sobre todo en ciertos países africanos y asiáticos, y en regiones de América donde si no se clora el agua la gente se muere de diversas enfermedades gastrointestinales, y hasta aún en Uruguay tendríamos riesgo de epidemias… Pero lo hace pensando en un peligro inmediato y catastrófico.
 
Sin embargo, pensemos en lo siguiente: el agua superficial contiene materia orgánica, es obvio. Cuando se agrega hipoclorito de sodio al agua (formado por cloro y sodio) la materia orgánica genera, entre otras cosas, sustancias organocloradas.
 
Para quienes no saben qué son los organoclorados, se ha demostrado que todos son tóxicos para el hombre y los ecosistemas, algunos de ellos son el DDT, el Aldrin, el Dieldrin, etc., que ya están prohibidos.
 
Las posibilidades de combinación entre materia orgánica y cloro son muy amplias; así también son organoclorados las dioxinas. Por tanto, si tenemos materia orgánica e incorporamos hipoclorito de sodio es posible la generación de sustancias tóxicas y bioacumulables, porque las condiciones están dadas.  
 
Convengo en que son concentraciones mínimas, pero yo no quiero ingerirlas -de hecho, yo no tomo agua corriente, bebo agua de lluvia, de pozo o filtrada con filtro de carbón activado-, y estoy seguro de que si la gente estuviese correctamente informada, y pudiera hacerlo, elegiría lo mismo.
 
-Pero, hay bacilos, gérmenes, bacterias…
-Yo estoy bien alimentado, como la mayoría en Uruguay, y entonces le tengo menos miedo a los bacilos y a los coliformes que a esa otra porquería a la cual el organismo no está acostumbrado. Los organoclorados y otros agrotóxicos son compuestos que el organismo humano no ha sido preparado por su evolución de millones de años para asimilar, eliminar, metabolizar. Muchos de ellos existen desde hace apenas menos de 100 años.
 
Pero uno puede hacerse cargo de tener las precauciones adecuadas para eliminar la posible contaminación biológica. Esto lo aclaro porque mucha gente cree que con hervirla el agua se torna potable; hervir elimina a muchas bacterias, pero no a todas, y además concentra a otros contaminantes.
 
Es un problema cultural y de transparencia. Hay que explicarle a la población que se le proporciona “la mejor agua que podemos”. Debiera ser mejor, pero es verdad que estamos mucho “menos peor” que otros en la región. No en el mundo, eso sí, porque en otros lugares se utilizan filtros de carbón activado para la potabilización. Acá aún no están generalizados.
 
Achicando riesgos
 
-¿Eso eliminaría todos los peligros?
-No, es probable que aún así estemos expuestos a ingerir algo de organoclorados, porque el agua viene con exceso de cloro, y en la cañería hay materia orgánica que finalmente generará esos compuestos. Quizás sería más barato que OSE le regalara un filtro de carbón a cada hogar uruguayo.
 
El presidente de OSE, ingeniero Milton Machado, ha dicho que no aconseja los filtros domiciliarios porque “los uruguayos no estamos acostumbrados a darle mantenimiento a las cosas”…
 
-Por favor… ¿Los uruguayos no tenemos automóviles, motocicletas, bicicletas? ¿No les damos mantenimiento? ¿No mantenemos nuestras casas? Eso es menospreciar la capacidad de nuestra gente.
 
Por supuesto que es necesario hacer campañas de educación, pero quizás lo que gastemos en eso lo podamos ahorrar en salud, y sin tener que hacer una potabilización tan costosa. Un cambio cultural implica hacer balances reales, incluyendo términos que ahora no se tienen en cuenta, pensando de formas novedosas o, por lo menos, novedosas en Uruguay.canilla-3-200c
 
-¿Este problema es nuevo?
-Éste no lo es y otros tampoco. Por ejemplo, hay todavía zonas de Montevideo y del país donde las cañerías de entrada del agua a los hogares siguen siendo de plomo porque no se han retirado.
 
Hace años que muy probablemente nos estemos bebiendo las toxinas de las algas del agua corriente. El alga que apareció ahora debe ser la anabaena, que no es muy tóxica pero tiene un olor a Gamexán[2] muy fuerte. No obstante, la microcistis, que es muy tóxica, no se percibe y por lo tanto no genera alerta.
 
Más transparencia
 
-O sea que, en realidad, éste es un episodio más…
-Un episodio en cierta manera que podríamos catalogar de feliz, porque habiendo sido un alga de baja toxicidad, ha permitido generar un debate público al respecto.
 
-¿OSE no tiene obligación de comunicar o difundir los resultados de sus análisis?
-Obligación legal no tiene, pero la transparencia de los datos colabora en la credibilidad de los organismos.
 
Esta vez la OSE colgó los análisis en su página web, pero debieran estar publicados todos los resultados siempre, incluyendo los que se hacen para detectar plaguicidas.
 
En este caso no hubo mayor toxicidad por las características de la anabaena, que, como en otras algas, algunos de sus genotipos no producen toxinas. Pero esto de divulgar la información y hacer análisis de toxicidad, hay que reconocer que es un cambio relativamente reciente de la OSE, no siempre hubo transparencia.
 
El cambio cultural que reclamo debe producirse a todo nivel, entre los técnicos, por cierto, pero sobre todo en los Directorios de las instituciones vinculadas a este asunto. Son servidores públicos.
 
-¿Cuál puede ser un camino para obtener otros resultados?
-Hay que pensar en utilizar más eficazmente los recursos. Quizás sería mejor esperar para conectar a una persona que está aislada, a 30 kilómetros de un ramal y que tiene un buen pozo.
 
Agua en muchos lugares no falta, y es de buena calidad porque si no estaríamos sufriendo una epidemia atrás de otra. Acá lo que tenemos es una epidemia de cáncer que no sé hasta qué punto no es en parte consecuencia del agua que nos están dando. Hay que decirlo: tenemos una epidemia de cáncer, no de hepatitis, ni de enterocolitis…canilla-3-200
 
Siempre los agrotóxicos
 
-La presencia de agrotóxicos en las cuencas de los ríos como consecuencia del actual modelo agrícola es un problema igualmente no abordado por OSE. ¿Sería necesario establecer una suerte de “zona de exclusión” de los cultivos agroindustriales más amplia que los actuales 30 metros reglamentarios?
-La presencia de agrotóxicos en las cuencas de los ríos es un problema no suficientemente bien abordado por el país. Es frecuente encontrar en los ríos la aparición de atraxina[3] en dosis algunas veces en el límite de lo legalmente admitido.
 
Pero para mi consumo personal yo no acepto esos límites que deben extenderse significativamente, e idealmente sería adecuado que se tuvieran en cuenta las características del relieve, el suelo, y el ecosistema.
 
Además se debería establecer la instalación de plantas de tratamiento en los tambos que también son una importante fuente de contaminación, y por supuesto, implementar otras medidas que permitan contar con un sistema de alerta temprano.
 
Las concentraciones permitidas para los agrotóxicos –que son un problema complejísimo- siempre van “cotizando a la baja”; en la medida que pasa el tiempo y se sigue estudiando un producto, se va demostrando que para muchos de ellos las concentraciones admitidas todavía siguen siendo tóxicas, e incluso de muchos que en una primera instancia se creía que no lo eran, estudios posteriores demostraron que sí, como el caso del Glifosato. Lo que ayer era permitido hoy es venenoso, y eso ocurre con todo, incluyendo las distancias de ubicación de los cultivos respecto a los cursos de agua.
 
Con respecto a la “zona de exclusión”, me parece que si hablamos de excluir de cultivos toda la cuenca del río Santa Lucía estaría genial. Pero, ¿estamos dispuestos a hacerlo? No lo creo. Entonces hay que buscar otra solución.
 
Hay mucho descontrol. Hace poco me enteré de que en un reservorio enorme que tiene OSE en Santa Lucía -que en realidad es un inmenso tanque-, las paredes están recubiertas de una película de… llamémosles “seres vivos”, porque nadie sabe qué hay exactamente ahí, y bajo ciertas circunstancias obviamente se desprenden y van al agua…
 
-¿Cómo nadie sabe de qué se trata?
-Por eso hablo de descontrol. Parte del problema es que para un ingeniero, que es quien se ocupa de estos asuntos, como decía el doctor Mario Wschebor (ex Decano de la Facultad de Ciencias) con esos comentarios agudos que lo caracterizaba: “Una bacteria es ‘material particulado’”, lo que es un profundo error.
 
-¿No hay biólogos en OSE?
– Hay algunos, pero no reciben la información completa sobre todo el proceso para que puedan elaborarle una reingeniería. Sospecho que están subestimados por otros estamentos técnicos -o no- con más poder. Si la preocupación principal es vender agua y facturar, y los organismos de contralor son débiles y subordinados a la empresa… no hay escapatoria.
 
-¿Los filtros domésticos pueden ser una solución individual?
-Serían un paliativo importante. Los hay relativamente baratos y también muy caros que, claro, son los mejores. Es tristísimo porque no todo el mundo puede pagarlos, y como siempre, la población más pobre es la que queda más desprotegida.
   
agua canilla-3-610b
     Ilustración: Ares / CartonClub