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Reconocen el Parkinson derivado del uso de agrotóxicos como enfermedad profesional

“Lo mejor es no utilizar pesticidas”

A iniciativa de una organización sindical, expertos médicos alemanes acaban de reconocer la enfermedad de Parkinson desarrollado por manipulación de agrotóxicos como una enfermedad profesional.

Carlos Amorín y Daniel García

2 | 4 | 2024


Foto: Gerardo Iglesias

La Junta Consultiva de Expertos Médicos en Enfermedades Profesionales ha recomendado reconocer el «síndrome de Parkinson causado por agrotóxicos» como enfermedad profesional.

Ahora solo resta que el Ministerio Federal de Trabajo y Asuntos Sociales incluya esta enfermedad en la lista de enfermedades profesionales, una medida que se materializaría en la segunda mitad de 2024.

Alemania se estará sumando así a Estados Unidos, Francia e Italia, donde el Parkinson causado por plaguicidas ya está reconocido desde hace tiempo como enfermedad profesional.

Esta conquista implica que los afectados podrán acceder a tratamientos e indemnizaciones.

Una antigua reivindicación sindical

Hace unos doce años se reconoció por primera vez que ciertos agrotóxicos causan la enfermedad de Parkinson.

“Es bueno y acertado que el Parkinson, provocado por la manipulación de agrotóxicos, se reconozca como enfermedad profesional. Se cumple así una antigua reivindicación sindical. Hay muchas personas afectadas que necesitan apoyo médico, psicológico y económico. Ahora existe una base para ello”, afirmó Harald Schaum, vicepresidente del Sindicato Industrial de Construcción, Agricultura y Medio Ambiente (IG BAU).

Schaum aconseja a quienes manipulen agrotóxicos que lleven ropa protectora: guantes, trajes de cuerpo entero, máscaras respiratorias, calzado adecuado, y se desplacen en vehículos con cabina.

Lo mejor es no utilizar pesticidas”, dijo.

Se calcula que en Alemania unas 400.000 personas padecen la enfermedad de Parkinson. Según el Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE), el Parkinson suele aparecer en personas de al menos 60 años.

Sin embargo, el 10 por ciento de todos los pacientes relevados desarrollan la enfermedad antes de los 50 años. Incluso jóvenes de 20 años pueden verse afectados.

Algún ingenuo podría preguntarse por qué se continuará usando pesticidas si está comprobado que causan Parkinson y otras muchas enfermedades y hasta alteraciones genéticas en los seres humanos, además de todos los daños ambientales que provocan.

Pero entre esos ingenuos no encontrarán muchos trabajadores y trabajadoras agrícolas o de la agroindustria porque ya saben que quien manda es Don dinero. Para las empresas el daño a la salud de sus empleados es un costo tercerizado, que no pagan ellas sino la sociedad entera, además de las propias víctimas. Las transnacionales químicas, por su parte, mantienen decenas de cabildantes medrando en las instituciones que toman las decisiones sobre qué se puede aplicar y qué no, así como qué cantidad de estas sustancias pueden llegar hasta los consumidores.

En este círculo perverso donde las transnacionales se regulan a sí mismas, el lucro a toda costa es lo único que importa. Los expertos médicos alemanes “finalmente” han reconocido que los pesticidas causan Parkinson. Pues, felicitaciones, pero que sigan de prisa con la larga lista de enfermedades que trabajadores y trabajadoras tienen elaborada desde hace ya mucho tiempo sin que nadie les oiga.