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#Nieta129

“El tiempo es hoy”

Esta semana la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció en conferencia de prensa el encuentro de la hija de Norma Síntora, secuestrada con un embarazo de 8 meses, y de Carlos Alberto Solsona, con quien podrá finalmente abrazarse, luego de casi 42 años. La joven vive en España y se realizó voluntariamente la extracción para realizar la prueba de ADN el pasado 3 de abril.

Leonardo Fossati, nieto restituido e integrante de la Asociación dijo que si bien el caso no es nuevo, fue sorprendentemente rápido el proceso de identificación.

“Fue un caso que se resolvió muy rápido, entre otras cosas porque para cotejar el ADN tenemos la muestra, nada más ni nada menos que del padre.

Además de la emoción enorme que tenemos en cada reencuentro, me pongo en el lugar del papá, me veo como padre que busca a su hija por 42 años y que finalmente la encuentra y lo primero que piensa es en cuidarla de toda esta situación que es, evidentemente nueva para ella, y teniendo en cuenta los tiempo de adaptación a esta realidad que no son los mismos para ella que para su familia”.

Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo por su parte dijo en la conferencia de prensa convocada por el organismo de derechos humanos: «el tiempo es hoy, ayudemos a reparar las heridas que la dictadura nos dejó».

Junto a De Carlotto estuvo sentado Carlos Alberto Solsona, padre de la joven recuperada. «Nadie tiene idea de las miles de noches que yo pasé sin poder dormir, esperando este momento«, describió.

La historia y la memoria

Norma y Carlos, según un comunicado oficial de Abuelas, militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP).

Hacia finales de 1976, ante la ferocidad de la represión, la pareja decidió dejar al hijo mayor Marcos al cuidado de sus abuelos maternos por los riesgos que estaban corriendo y empezaron a pensar en el exilio. Norma estaba embarazada de ocho meses.

El 21 de mayo de 1977, fue secuestrada de la casa donde se alojada junto a sus compañeros de militancia Isolina Beatriz Rocchi y Rubén Castro, en Moreno, provincia de Buenos Aires. Los tres permanecen desaparecidos.

Al momento del secuestro, Carlos Alberto se encontraba fuera del país y luego debió exiliarse. La familia pretendía escapar de la dictadura y reencontrarse en España: Norma con Marcos y su bebé –a quien pensaban llamar Pablo, si era varón, o Soledad, si era mujer–, y Carlos, ya fuera de Argentina.

Nada más se supo de Norma ni del bebé nacido/a en cautiverio. Se presume que, por la zona del secuestro, podría haber sido llevada a Campo de Mayo, donde habría dado a luz en alguna de las maternidades de ese centro clandestino de detención.

El hallazgo y la memoria

En 2012 surgen indicios que llevaban a una joven que podía ser la hija de Norma y Carlos.

Abuelas comenzó con la investigación que se cerró el pasado 3 de abril cuando la nieta 129, alentada por un amigo, llegó a Argentina para hacerse la prueba de ADN que confirmó su identidad.

Su padre Carlos Solsona subrayó durante la conferencia de prensa: «Mi principal preocupación y la de mis dos hijos es que ella pueda transitar este cimbronazo con la mayor tranquilidad posible y en las mejores condiciones para procesarlo.

En función de eso, yo me resisto a decir cualquier cosa que tenga que ver con cuestiones personales de ella. Cuando lo pueda responder, lo vamos a hacer juntos».


Con información de Página 12 y FM La Tribu