Al igual que en Grecia, donde luego de acabar con la jornada laboral de ocho horas hace un par de años el gobierno conservador quiere extenderla ahora a 12 horas diarias y 78 semanales y poner más trabas aún al ejercicio del derecho de huelga.

Al igual que en Grecia, donde luego de acabar con la jornada laboral de ocho horas hace un par de años el gobierno conservador quiere extenderla ahora a 12 horas diarias y 78 semanales y poner más trabas aún al ejercicio del derecho de huelga.
El golpe de Estado contra Salvador Allende debe hacernos entender la verdadera función de los ejércitos. El ascenso al poder de un proyecto socialista y revolucionario por vía electoral fue una enorme cantera de experiencias sociales.
Cada elección es una posibilidad democrática y no se puede perder la esperanza de un cambio real en Guatemala. Sin embargo, los malos augurios abundan y no están carentes de razones y motivos bien fundados.
Acabar con el derecho a la jornada de 8 horas es la consigna. Nunca más una legislación laboral que se interponga ante nuestros negocios, dicen los empresarios costarricenses.
Bandeco del Monte, propietaria de cuatro fincas bananeras denominadas “Las Chiras”, ha abandonado el mantenimiento de las casas de su personal, integrado en gran medida por mujeres.
Pineapple farming in Costa Rica must be regulated, both its use of toxic agrochemicals and to prevent forms of labor exploitation of its mostly migrant workers and their families.
El cultivo de la piña en Costa Rica debe regularse, tanto en relación al uso de agrotóxicos como para prevenir formas de explotación laboral a los trabajadores y sus familias, en su mayoría migrantes.
La otra cara del pago por rendimiento es el rápido deterioro de la salud de las personas que trabajan en la agroindustria. El avance del extractivismo agroingustrial en Costa Rica, expresión de la modernidad insostenible, depredadora y colonial, consolida sistemas de trabajo que expresan una alta precariedad.
En un contexto de creciente desigualdad, concentración de poder e impunidad de los violadores de derechos humanos, las empresas agroindustriales amenazan la vida de las futuras generaciones al aprovecharse del trabajo migrante de los menores.
Costa Rica no se queda atrás respecto a la desigualdad, la militarización y la xenofobia que avanzan por el conjunto del continente.