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“El diputado que renunció por no renunciar”

El viernes 16 el querido y respetado Guillermo Chifflet, colaborador durante años de la Rel-UITA, celebró junto a sus familiares y amigos más cercanos su cumpleaños número 90.Muchos de quienes lo conocen y valoran pueden dar detalles de sus grandes virtudes como periodista, parlamentario, y estudioso tenaz de los problemas sociales más agudos. Hace más de una década, el “Yuyo”, como lo apodan, renunció a su banca en la Cámara Baja, a la que había llegado en 1989, porque desde su rol en la Comisión de Derechos Humanos se negó rotundamente a ir contra sus principios éticos de socialista, cuando Uruguay se prestó a formar parte de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). La Rel fue uno de los medios alternativos desde donde Chifflet denunció los horrores de esa misión. “¿Por qué la tragedia de Haití no sobrepasa la actual cortina de silencio?”, se preguntaba, y ensayando una respuesta concluía: “quizá sea porque el silencio a lo largo de la historia suele ocultar el horror”.

Guillermo Chifflet junto a su compañera Julia Amoretti | Foto: Federico Gutiérrez -La Diaria

El viernes 16 el querido y respetado Guillermo Chifflet, colaborador durante años de la Rel-UITA, celebró junto a sus familiares y amigos más cercanos su cumpleaños número 90.

Muchos de quienes lo conocen y valoran pueden dar detalles de sus grandes virtudes como periodista, parlamentario, y estudioso tenaz de los problemas sociales más agudos.

Hace más de una década, el “Yuyo”, como lo apodan, renunció a su banca en la Cámara Baja, a la que había llegado en 1989, porque desde su rol en la Comisión de Derechos Humanos se negó rotundamente a ir contra sus principios éticos de socialista, cuando Uruguay se prestó a formar parte de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).

La Rel fue uno de los medios alternativos desde donde Chifflet denunció los horrores de esa misión. “¿Por qué la tragedia de Haití no sobrepasa la actual cortina de silencio?”, se preguntaba, y ensayando una respuesta concluía: “quizá sea porque el silencio a lo largo de la historia suele ocultar el horror”.

En esta ocasión La Rel reproduce a seguir una nota que publicó el matutino La Diaria reivindicando la digna figura de quien “renunció por no renunciar”.

Como una llamarada

Fue un festejo íntimo, para familiares y amigos. Estuvo todo el tiempo sentado junto a la actriz Julia Amoretti, su compañera desde hace 46 años. El 16 de setiembre, el ex legislador socialista Guillermo Chifflet cumplió 90 años y fue una oportunidad para cantar algunas canciones y recordar anécdotas.

Chifflet también recibió regalos; quizás el más significativo fue el que le llevó Fernando López D’Alessandro, un ejemplar del diario El Sol, órgano del Partido Socialista, del viernes 16 de octubre de 1967, el último que se publicó antes de la clausura que decretó el gobierno de Jorge Pacheco Areco.

La nota de tapa dice: “Qué hacer contra una política de coloniaje y miseria”, el titular superior: “Vivían Trías analiza la crisis uruguaya” y otros dos títulos de portada anuncian notas de Eduardo Galeano y de Ernesto Che Guevara.

En el cumpleaños tocaron algunas canciones los músicos Carlos da Silveira y Daniel Viglietti, amigos del homenajeado. Amoretti relató una anécdota: en diciembre de 2005, Chifflet renunció a su banca en la Cámara de Diputados mientras se trataba la ampliación de tropas militares en Haití, una medida que apoyó la bancada del Frente Amplio y a la que él se oponía.

Pocos días después, Viglietti, en un espectáculo en el teatro Solís, homenajeó a Chifflet desde arriba del escenario, por haber “renunciado por no renunciar”.

“Después que habló Daniel, la gente lo empezó a aplaudir, porque lo había visto. Pero él no quería pararse, lo tuve que obligar a pararse”, contó Julia.

Durante la guitarreada, tocaron “Mis harapos”, de Marino García; “Río de los pájaros pintados”, del sanducero Aníbal Sampayo, y “Antojo”, de Julián García y Jorge Salerno.

Pero no fue la única de la dupla García-Salerno; también se escuchó “La llamarada” y fue uno de los momentos emotivos de la noche. En plena actuación de Da Silveira y Viglietti, Chifflet, hasta ese momento callado, se sumó al coro. Justo en la parte que dice: “¡Qué linda la llamarada, alumbrando al mundo entero!”.