El lunes 28, en una reunión que tuvo lugar en la sede de la Regional Córdoba de la Confederación General de Trabajadores (CGT), gremios pertenecientes a distintas centrales obreras definieron la modalidad de la movilización.
“No al tarifazo”, “No al Fondo Monetario Internacional”, “No a las reformas laboral y previsional” serán las principales consignas de los actos que conmemorarán aquella rebelión nacida en Córdoba bajo impulso del movimiento obrero y las organizaciones estudiantiles.
A las 11.30 de la mañana el martes, se celebrará en la capital cordobesa un acto central en el que se leerá un documento consensuado entre los gremios convocantes* y en el que no habrá oradores.
El Cordobazo fue, de hecho, el puntapié inicial de una serie de movilizaciones populares que terminaron debilitando a la dictadura militar del general Juan Carlos Onganía y contribuyendo a su caída.
Las tres consignas actuales entroncan perfectamente con el espíritu de la revuelta de hace casi cinco décadas, cuando Argentina, como la mayor parte de los países latinoamericanos, estaba sometida al recetario de los organismos financieros internacionales aliados con las clases dominantes locales.
En la celebración del martes no sólo participarán gremios obreros sino también representantes de federaciones estudiantiles, reeditando la confluencia que se dio en las calles cordobesas en 1969 y que también se había reflejado, de manera un poco más incipiente, en las movilizaciones de 1918 en favor de una reforma universitaria que era mucho más que eso.
En el famoso “Manifiesto liminar” que difundieron en junio de hace cien años cuando arreciaban los enfrentamientos con la policía, los estudiantes reformistas definían una serie de principios que ya habían hecho suyos no sólo los jóvenes cordobeses sino los de toda la región, como había quedado plasmado en congresos desarrollados en Montevideo, Buenos Aires y Lima.
Dirigentes obreros e intelectuales socialistas, anarquistas, confluyeron con parte de aquel movimiento que se planteaba conectar a la universidad con la sociedad y anclarla, comprometerla, en los problemas de su tiempo y de su región.
“Basta de profesionales sin sentido moral. Basta de seudoaristócratas del pensamiento. Basta de mercaderes diplomados. La ciencia para todos, la belleza para todos”, clamaron dos años después organizaciones estudiantiles reunidas en La Plata.
Cincuenta años más tarde, los estudiantes que protagonizaron el Cordobazo junto a los sindicatos obreros reclamaron que la universidad volviera al espíritu reformista del 18 pero entroncaron esas demandas con otras mucho más generales, en favor de la democratización de la sociedad y la justicia social.
La realidad actual es por un lado muy distinta y por otro muy similar a aquellas de hace 49 y 100 años.
Vale la pena recordar. Vale la pena vernos ahora en ese espejo retrovisor, para darnos cuenta de la imperiosa e histórica necesidad de reformular estrategias, de buscar nuevos caminos y otros protagonistas.
*Todas las regionales de CGT de la provincia de Córdoba, la CGT Nacional y Popular, el SUOEM, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, la CTA, la CTA Autónoma, la Federación de Cooperativas de Trabajo del Sur y la Federación Universitaria de Rio Cuarto.