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La huelga de los camioneros

“Hay segmentos militares golpistas que quieren evitar las elecciones”

El presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre y asesor de la Rel-UITA, Jair Krischke analizó la “huelga” de los camioneros en Brasil como un movimiento peligroso.

“La historia se repite dos veces la primera vez como
tragedia, la segunda como farsa”
Carlos Marx

“Si bien en el principio de esta huelga hubo razones justificadas como el incremento indiscriminado del precio del diésel, prontamente esto se fue desvirtuando”, afirmó Jair.

Los camioneros, propietarios de los camiones y sin dudas los más perjudicados, representan apenas el 30 por ciento de los transportistas que comenzaron el movimiento de huelga. El resto son empleados en empresas transportistas.

“Estos últimos se adueñaron de la huelga de los camioneros y la convirtieron en un lockout, en una huelga de la patronal y en este escenario es donde aparecen diversos intereses políticos que no son claros de dirimir”, explica.

Según informa Jair, el presidente de los transportistas autónomos manifestó en una entrevista a la televisión que un grupo de infiltrados en el movimiento busca derribar al presidente Michel Temer.

“Hay todo un movimiento que se viene gestando que da la pauta que lo que dice el líder de los camioneros tiene fundamento, porque a pesar de que el gobierno cedió ante las reivindicaciones del grupo, el paro no se levanta. Ni hablar de los costos que esto tendrá para el país”, señala.

Jair cuenta que el nivel de desabastecimiento y el impacto en el corto plazo que ha significado esta huelga son devastadores.

“Faltan medicinas en farmacias y hospitales. No tienen oxígeno o insumos necesarios para la hemodiálisis, lo que ha provocado la muerte de personas”, dice.

“Es grave lo que está sucediendo, por otro lado los productores rurales se están viendo afectados, tamberos tirando hectolitros de leche, productores avícolas viendo que los pollos se mueren porque les falta la ración, etcétera”.

No se sabe a ciencia cierta quién o quiénes son los líderes de este lockout.

Sin embargo Jair considera que como los autoconvocados lo hacen a través de las redes sociales, eso facilitaría a los servicios de inteligencia brasileños llegar a ellos.

“Por ahora nada fue hecho. El gobierno no ha tomado medidas para imponer la esencialidad de algunos servicios que están siendo afectados por la huelga”.

Sobre los pedidos de intervención militar de ciertos grupos de camioneros, Jair piensa que está creciendo un discurso incendiario que especula está vinculado a un segmento militar golpista.

“El caos que está siendo creado en Brasil con esta huelga busca evitar las elecciones de octubre próximo. Hay segmentos militares golpistas que quieren evitar las elecciones”.

Días de furia
“Dan miedo”

Krischke recordó que el pasado domingo hubo diversas movilizaciones a lo largo del país frente a los cuarteles pidiendo intervención militar.

“Esto es gravísimo. Claro que hay una desilusión muy grande con la clase política pero si esto no se frena, no sé qué irá a pasar. Hasta ayer yo afirmaba que habría elecciones, hoy no lo sé”.

El discurso imperante en algunos manifestantes de esta huelga de los camioneros es de una furia tal que da miedo. Su nivel de organización denota que nada de este movimiento quedó librado al azar o es fruto de la espontaneidad”.

“En los campamentos que bordean las carreteras donde están parados los camiones, unos 500 por todo el país, distribuyen alimentos y bebidas y más recientemente banderas de Brasil. Y cuando se apela al patriotismo, se apela a la canallada”, dispara.

Según el dirigente humanitario, la continuidad de esta huelga fue planificada cuidadosamente por grupos militares golpistas. Las justas reivindicaciones primarias de los camioneros, que por cierto ya fueron atendidas, dieron lugar a un movimiento que busca derribar al gobierno mediante la instauración del caos.

“Cuando reina el caos, te faltan medicinas, víveres, combustible, cuando se pierden vidas por eso, cuando sube el precio de todos los productos, el pueblo va a aceptar cualquier cosa con tal de volver a la normalidad, no importa si se trata de una dictadura”, analiza.

Krischke cita al poeta portugués Luis de Camões: “El débil rey, vuelve débil a su fuerte pueblo”. Y dice: “nosotros tenemos un rey muy débil”.

En un comunicado público, la Federación Única de Petroleros se cuestionó a quién a lo largo de la historia le ha servido el lockout de los camioneros.

Y rememoró dos ejemplos: la huelga del transporte municipal de Berlín en noviembre de 1932, fue decisiva para la victoria de los nazis en Alemania.

Y la de los camioneros chilenos, en 1973, decisiva en el golpe militar que derrocó a Salvador Allende.

Tristemente, la historia se repite.