Brasil registra uno de los mayores índices de conflictividad por la tierra de la región. En general los estados más violentos para los defensores de los bienes comunes y de los derechos de las comunidades rurales e indígenas son los del norte amazónico. Pero ahora esa violencia del despojo y la usurpación se extiende también al sur, de la mano de un Estado que fomenta el odio y el porte de armas, un tándem letal.
