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La irresponsabilidad de Agrícola Entreríos

A pesar de la disponibilidad al diálogo mostrada por el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Agrícola Entreríos y la Federación Sindical Independiente de Trabajadores del Ecuador (Fesitrae), la empresa palmera continúa con su ofensiva antiobrera. Es que en toda América Latina palma africana y derechos humanos van a contramano y en permanente choque.

El pasado 10 de mayo, el sindicato y Agrícola Entreríos SA iban a reunirse para buscar una salida negociada al grave conflicto que enfrenta la empresa palmera.

Lamentablemente, la reunión fue suspendida por la misma empresa aduciendo falta de tiempo y exceso de trabajo.

“Acordamos reunirnos el 22 de mayo, pero un día antes la empresa pidió postergar la reunión al 31 del mismo mes. Tampoco esta se realizó”, dijo a La Rel, César López Sánchez, presidente nacional de Fesitrae.

“Pedimos entonces al Ministerio del Trabajo que convocara las partes, sin embargo la empresa no perdió la ocasión para mostrar nuevamente su desinterés en resolver el conflicto.

Primero dijo que solamente podía el 28 de junio y luego suspendió la reunión. Esta es una absoluta falta de respeto”, lamentó López.

Antecedentes nefastos
No quieren sindicato

Tras su constitución, en 2014, el sindicato alcanzó rápidamente la cantidad mínima de afiliados (50 por ciento más uno) que la legislación de Ecuador establece como condición para conformar un comité de empresa y negociar colectivamente.

Crecer en afiliación y negociar colectivamente es un paso fundamental para romper con la explotación laboral de los trabajadores y las trabajadoras rurales.

Entre las principales problemáticas en las plantaciones de Agrícola Entreríos SA en Puerto Francisco de Orellana (El Coca), en la zona oriental del país, el sindicato señala el irrespeto del contrato de trabajo en cuanto a remuneración, definición del lugar de trabajo y realización de exámenes médicos periódicos.

También menciona irregularidades en el pago de alimentación y de horas extra, así como en la concesión de permisos sindicales, el cobro de las herramientas de trabajo y la no entrega de un local para el sindicato.

Los trabajadores pagados por destajo, por ejemplo, ni siquiera llegan a recibir el salario mínimo nacional. Para lograrlo deben cubrir extenuantes jornadas de trabajo”, explicó López.

Asimismo, el sindicato condena las fuertes presiones ejercidas por la empresa para que los trabajadores se desafilien, renuncien a conformar el comité de empresa y adhieran a una asociación paralela.

“Ya vamos a cumplir un año de que Agrícola Entreríos dejó de descontar la cuota sindical. Ahora se la entregan a la asociación amarilla”, dijo el presidente de Fesitrae.

Palma (in) sostenible
Certificaciones para limpiar la imagen

A raíz de las investigaciones realizadas, la Federación descubrió que, pese a todas las irregularidades y violaciones a las leyes nacionales y convenios internacionales, Agrícola Entreríos aspira a ser parte de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO).

Además, constató que la empresa tiene otras plantaciones bajo la misma razón social en Santo Domingo de los Tsáchilas, al norte del país, sumando así un total de 313 trabajadores sindicalizables.

“El objetivo de la empresa es agotarnos psicológicamente y destruirnos. Lo que vamos a exigir ya no es un diálogo social, sino una negociación por un conflicto laboral.

No podemos permitir que se sigan atropellando los derechos de cientos de personas”, concluyó López.


En Managua,Giorgio Trucchi