El Día Internacional de los Trabajadores en Honduras se vivió de manera convulsiva, muchas organizaciones se abstuvieron de salir a protestar por temor al impacto de la pandemia Covid-19, pero otro buen numero hizo sentir el repudio que los trabajadores y trabajadoras sienten debido a las políticas violatorias de las empresas y la pasividad de un gobierno involucrado en el narcotráfico y actos de corrupción descarados.
Los efectos de la pandemia son graves en el país, principalmente por negligencia de las inoperantes autoridades.
Los sindicatos reconocen que la desmedida corrupción que lleva adelante el régimen ha asesinado muchas más personas que la pandemia y que ésta se podría contrarrestar si los fondos aprobados se ejecutaran de forma transparente.
Entendemos que la única manera de lograr esto, es retornando a las calles y profundizar la lucha a pesar del riesgo.
Tomas Membreño, secretario de Organización de FESTAGRO, manifestó: “si no nos mata la pandemia, nos matará el hambre, la delincuencia u otras enfermedades por la falta de salud, por eso migran nuestros compatriotas, por eso corren ese grave riesgo buscando una vida mejor”.
Además de la malversación de los fondos destinados a la pandemia y a los damnificados por los huracanes, en estos últimos meses el gobierno está gestionando la intervención de Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) y de los demás institutos de previsión de empleados públicos, que podría significar el inicio de la aplicación de las recomendaciones que hace el Fondo Monetario Internacional para Centroamérica que buscan eliminar las pensiones por considerarlas una carga social que no genera plusvalía.