“Lograr sentar a la empresa a una mesa de negociación no fue fácil, pero finalmente logramos nuestro objetivo. Ahora no hay que bajar la guardia. Debemos asegurarnos que cumpla con lo que ha firmado”, dijo a La Rel, Bonifacio Velásquez, secretario general del Sitrafritolay.
“En febrero de este año la empresa nos convocó para discutir la posibilidad de negociar colectivamente. Sin embargo pretendía imponer muchas condiciones, entre otras que desistiéramos del conflicto colectivo de carácter económico social.
Comenzamos a negociar en agosto. Fue un proceso largo y difícil marcado por la estrategia dilatoria de Frito Lay, pero logramos firmar un convenio colectivo que consta de 62 artículos y tendrá una vigencia de tres años”, explicó Velásquez.
Para el directivo sindical, lo más novedoso del acuerdo es haber logrado asegurar la estabilidad laboral y que la empresa reconociera al Sitrafritolay como sindicato mayoritario.
También se obtuvo un ajuste salarial y la empresa se comprometió a revisar en comisión mixta tanto la planilla de salarios como el monto del bono de productividad.
Asimismo, se acordó un aumento del bono navideño y mejoras en otras cláusulas sociales.
La compañía respetará el derecho de permisos sindicales para los directivos del sindicato.
“Por ser la primera vez que negociamos colectivamente creemos que el resultado es satisfactorio y que hemos sentado un precedente importante.
Muy pronto convocaremos a una asamblea para dar a conocer lo que se ha alcanzado”, manifestó Bonifacio Velásquez.
El secretario general del Sitrafritolay agradeció profundamente a la UITA, a Festras y a todas las organizaciones que nunca han dejado solo al sindicato.
Un apoyo -asegura Velásquez– aún más necesario ahora que el juzgado del trabajo está comenzando a resolver la solicitud de despido de unos 30 trabajadores, que la transnacional introdujo hace tiempo.
La semana pasada, el juzgado declaró procedente un primer despido de tres trabajadores.
“Grupo Frito Lay aduce que es personal temporal y que no hay plazas para ellos, pero no es así. Son trabajadores permanentes que están afiliados al sindicato. Además, en el área de producción hay al menos 50 plazas disponibles”, concluyó Velásquez.
En Guatemala, Giorgio Trucchi