De nada ha servido reunirse en diferentes ocasiones, ni denunciar ante las autoridades todos los atropellos que sufren los trabajadores de las plantaciones de palma africana ubicadas en Puerto Francisco de Orellana (El Coca) y Santo Domingo de los Tsáchilas.
En lugar de aprovechar la disponibilidad del sindicato a buscar una solución negociada al grave conflicto, Agrícola Entreríos continúa violentando los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores.
“Nos hemos reunido en varias ocasiones, pero la empresa nunca cumple lo que acordamos. Seguimos con las mismas problemáticas, los mismos abusos, las mismas condiciones pésimas de trabajo”, dijo a La Rel, César López Sánchez, presidente nacional de Fesitrae.
Tras su constitución hace cuatro años, el sindicato alcanzó rápidamente la cantidad mínima de afiliados (50 por ciento más uno) que la legislación de Ecuador establece como condición para conformar un comité de empresa y negociar colectivamente.
Entre las principales problemáticas señaladas por el sindicato destacan el irrespeto del contrato de trabajo en cuanto a remuneración, definición del lugar de trabajo y realización de exámenes médicos periódicos.
También menciona irregularidades en el pago de alimentación y horas extra, así como en la concesión de permisos sindicales, cobro de las herramientas de trabajo y la no entrega de un local para el sindicato.
“Sobre el local llegamos a un acuerdo a finales de julio, pero el lugar designado por la empresa no cumplía las condiciones mínimas de higiene y seguridad. Daba vergüenza”, manifestó López Sánchez.
Tampoco se ha resuelto la situación de los trabajadores que cobran por destajo y ni siquiera reciben el salario mínimo. Para lograrlo deben cubrir largas y extenuantes jornadas de trabajo.
Asimismo, el sindicato denuncia que Agrícola Entreríos sigue presionando a los trabajadores para que se desafilien, renuncien al comité de empresa y adhieran a una asociación paralela.
Menos aún se ha logrado que la empresa acondicione un local donde los trabajadores, en particular los que trabajan en fumigación, puedan cambiarse y que cuente con duchas, lavabos y baños.
En cuanto al descuento de la cuota sindical -que la empresa interrumpió hace más de un año- el presidente de Fesitrae explicó que no sólo no se pudo restablecer, sino que la están entregando a la asociación amarilla.
“Nos reunimos con el director regional del trabajo para que tomara cartas en el asunto. Sin embargo, el departamento de asuntos jurídicos resolvió abstenerse de formular un juicio.
¿Cómo es posible que las autoridades del trabajo sigan tan indolentes ante tantas inmoralidades, y el intento de la empresa de destruir al sindicato?”, se preguntó.
López Sánchez hizo un llamado a la UITA para que se mantenga atenta y alerta.
“Sabemos que no estamos solos y que contamos con este importante respaldo internacional.
Vamos a necesitar de todo su apoyo”, concluyó.
En Tegucigalpa, Giorgio Trucchi