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Hallan nuevos restos de desaparecidos bajo la dictadura

“Están todos, hay que buscarlos”

Desde siempre las organizaciones de defensa de los derechos humanos uruguayos aseguran que muchos de los cuerpos de los desaparecidos durante la dictadura están enterrados en cuarteles: un nuevo hallazgo de restos humanos en el Batallón 14, no muy lejos de Montevideo, lo confirmó una vez más.

Daniel Gatti

09 | 06 | 2023


Foto: Amalia Antúnez

El miércoles 7, un día después que se confirmara la aparición de un cráneo y algunos huesos en el predio de ese establecimiento militar, integrantes de la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos comenzaron a desfilar por el lugar.

Su sensación era ambivalente: alivio y satisfacción por comprobar, otra vez, la veracidad de sus denuncias y la posibilidad de que uno de los alrededor de 200 desaparecidos sea identificada, y dolor por tener que confrontarse nuevamente al horror de aquellos años.

“Es la confirmación de que están ahí y no los entregan, de que están ahí y no los exigen, pero están ahí y salen a la luz”, dijo Elena Zaffaroni, una de sus miembros, aludiendo al férreo silencio de los jerarcas militares de los años 70 y 80 sobre sus crímenes.

“Es indescriptible ver cómo un ser humano puede ser enterrado de esta forma, desaparecido, como si se lo hubiese tragado la tierra, literalmente”, afirmó el investigador Nilo Patiño. “Están todos, tiene que haber voluntad política para buscarlos”, dijo.

Cubierto con cal

Los familiares eran recibidos por integrantes del equipo de antropólogos que trabaja en el sitio, dentro de las más de 400 hectáreas del Batallón 14 de Infantería Paracaidista de Toledo, en el departamento de Canelones, lindero a Montevideo.

A unos 100 metros de esta tumba clandestina habían aparecido años atrás los restos de otros dos desaparecidos, Ricardo Blanco y el maestro Julio Castro. Otros cuatro fueron descubiertos en otros establecimientos militares.

El cuerpo de la víctima hallado este martes había sido enterrado boca abajo y se lo había cubierto de cal, para que los tejidos blandos fueran rápidamente destruidos.

Por encima sus enterradores habían dispuesto una losa de casi dos metros de largo, una práctica común ya constatada en los desenterramientos anteriores, según dijo la antropóloga Alicia Lusiardo.

El esqueleto ya fue extraído casi por completo. Cuando la tarea esté finalizada, los huesos serán enviados al Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina, donde están depositadas muestras de ADN de los familiares de los uruguayos desaparecidos.

Su identificación tardaría cerca de un mes.

La gran mayoría de los secuestros y desapariciones de uruguayos ocurrieron en Buenos Aires, en el marco del Plan Cóndor de cooperación entre las dictaduras del Cono Sur.