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Carne concentrada

Minerva con la sartén por el mango

La gigante brasileña sorprende a moros y cristianos con el anuncio el pasado 28 de agosto de la compra de 16 frigoríficos de su competidora Marfrig en América Latina, tres de ellos en Uruguay.

Amalia Antúnez

31 | 08 | 2023


Foto: Gerardo Iglesias

La noticia generó malestar entre productores y empresarios, y preocupación en la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA) afiliada a la UITA.

De confirmarse la transacción, Minerva controlará en total siete plantas frigoríficas en el país: Carrasco, Canelones, PUL, BPU, La Caballada, Establecimiento Colonia e Inaler.

Según expresó a La Rel Martín Cardozo, presidente de la FOICA, el anuncio los tomó por sorpresa.

“Nos sorprendió la noticia, sobre todo porque el 16 de agosto se había confirmado por parte de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia la compra por parte de Minerva del frigorífico BPU luego de varios meses de análisis, y pocos días después salta esta nueva operación”, dijo.

“Existe cierta preocupación e incertidumbre entre los trabajadores y las trabajadoras. Es sabido que este tipo de concentraciones muchas veces conllevan lo que las empresas llaman reestructuras laborales, un eufemismo para despidos o paralización de plantas”, analizó el dirigente.

Una empresa dura

En cuanto a relaciones laborales Cardozo señaló que Minerva Foods siempre intenta imponer sus condiciones, y si bien cumple con la norma en términos de nivel salarial y condiciones de salud y seguridad en sus plantas, suele ser dura en la negociación colectiva.

“Desde que llegó a Uruguay, la empresa mantiene un sistema rotativo de licencias y seguros de paro entre sus plantas frigoríficas. Algunas de ellas las paraliza por varios meses para después aprovechar la necesidad de volver a la actividad y pautar las reglas salariales, de horarios de trabajo e incluso frenar algún planteo sindical”.

Las gremiales de productores, por su parte encendieron las alarmas y convocaron una reunión de urgencia con el presidente Luis Lacalle Pou, que las recibió el martes 29 para hablar del tema.

El precedente de AmBev

Según dijo en rueda de prensa Patricio Cortabarría, presidente de la Asociación Rural del Uruguay, gremio que nuclea a los productores ganaderos, el problema que ven es la concentración. Minerva tiene ahora siete plantas en el país y controla más de 44 por ciento de la faena local.

Después de la reunión de los productores con el presidente se informó que la transacción será analizada por la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Finanzas antes de ser aprobada.

De concretarse, la operación sería realizada a través de la subsidiaria de Minerva, Athn Foods, que compraría la participación accionaria en las filiales uruguayas, adquiriendo indirectamente tres de las cuatro plantas frigoríficas que posee Marfrig en Uruguay.

Con este batacazo de Minerva es inevitable recordar lo que sucedió hace algunos años en el sector cervecero con la también brasileña AmBev, hoy transformada en el gigante AB InBev.

La transnacional desembarcó en 2002 adquiriendo las tres plantas productoras de cerveza ubicadas en Montevideo, Minas y Paysandú. Dueña del monopolio cervecero, inmediatamente AmBev anunció el cierre de Paysandú, donde se producía la marca Norteña. Los trabajadores y las trabajadoras fueron apenas números en el engranaje capitalista y en la lógica de crecer dinamitando plantas.

“Este escenario es muy reciente y como federación lo estamos evaluando con cautela”, dijo Cardozo.

“Sabemos que en esta misma operación Minerva compró otras 13 unidades en la región, ahora más que nunca es necesario contactar a otras organizaciones sindicales del sector en América Latina para intercambiar información y trazar estrategias comunes de acción. Contamos con la Rel UITA para ello”, concluyó.

Los números de Minerva

El arribo de Minerva Foods a Uruguay en 2011 fue parte de una estrategia de expansión regional, que tenía como objetivo situar a la industria norteña como un jugador de relevancia en las cadenas globales de distribución de alimentos.

Con esta nueva operación por la que adquiere 11 plantas en Brasil, tres en Uruguay, una en Argentina y una en Chile, la firma aumentará en un 44 por ciento su capacidad de faena, convirtiéndose en la compañía con el mayor número de plantas certificadas para exportar a China.