Uruguay | DDHH | MEMORIA

“Wilson. Bitácoras de una lucha”

“Un libro que destaca la solidaridad”

En el marco de las actividades que se vienen realizando por los 50 años del golpe de Estado en Uruguay, la Fundación Vivian Trías organizó un conversatorio sobre el libro “Wilson. Bitácoras de una lucha”, de Juan Raúl Ferreira y Luis Vignolo.

Amalia Antúnez

16 | 06 | 2023


Foto: Amalia Antúnez

La obra evoca la memoria de los años previos al golpe de Estado y el exilio, período en el que Wilson Ferreira Aldunate fue perseguido y casi asesinado por escuadrones del Plan Cóndor y vio morir a varios de sus amigos y compañeros de lucha.

El conversatorio contó con la participación de los autores del libro, del historiador y docente Gabriel Quirici y de Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre y asesor de la Rel UITA, que participó en modalidad virtual.

El encuentro tuvo como moderador a Wilson Ferreira Sfeir, nieto de Wilson Ferreira Aldunate, y dirigente del Partido Nacional.

Ferreira Sfeir, que es además hijo de Juan Raúl, abrió la charla reivindicando la figura de Wilson en todas sus facetas.

Una figura incómoda

“Quiero mencionar al Wilson joven que participaba de los actos contra la dictadura de Gabriel Terra, en 1933; el que se alistó para ir a pelear en la Guerra Civil Española; el que reivindicaba una reforma agraria cuando ya formaba parte del sistema político; el que negociaba con los sindicatos, el integracionista; el Wilson del exilio … ese Wilson que tantas veces resulta incómodo al Partido Nacional”, dijo.

El Partido Nacional es la formación mayoritaria de la alianza que gobierna Uruguay, y que va desde una muy moderada socialdemocracia hasta la extrema derecha que reivindica la dictadura. A él pertenece el presidente Luis Lacalle Pou.

“Me toca hoy estar como moderador en este conversatorio sobre el libro de autoría de mi padre y de Luis Vignolo, quien aportó una minuciosa y valiosísima investigación histórica”, agregó antes de pasar la palabra al escritor.

“Cuando en 2019 recibimos el Premio Derechos Humanos de Periodismo con este trabajo, un premio que otorga el MJDH junto a otras organizaciones, Jair Krischke dijo sobre el libro: ‘es mucho más que la historia de un político, es la historia de América Latina en esos tiempos’, y ese fue el mejor premio”, recordó Vignolo, quien al igual que los demás participantes destacó el amplio compromiso de Wilson con las causas sociales, su estrecho vínculo con la central obrera (CNT) y su deseo de hacer realidad la Patria Grande.

Por su parte, el historiador y docente Gabriel Quirici señaló que el libro es un ejemplo de cómo se produce la divulgación de las fuentes históricas.

“Poder además palpar y compartir las agendas que luego fueron bitácoras, y poder conversar mano a mano con uno de los protagonistas de la historia que es Juan Raúl, es muy valioso. Celebro que haya obras como este libro, de gran riqueza histórica y seriedad intelectual”.

La tecnología jugó una mala pasada y Jair tuvo que limitar su participación a un mensaje de voz en el que celebra que este libro muestre la participación directa de la dictadura brasileña en el fraude electoral de 1971 y el golpe de Estado en 1973 en Uruguay.

“La documentación desclasificada en la que Richard Nixon admite la participación de la dictadura brasileña tanto en el fraude electoral como en el golpe del 73 en Uruguay y otras injerencias en otros países del sur de América nos han llevado a considerar que fue en Brasil donde se gestó el Plan Cóndor”, dijo.


Foto: Amalia Antúnez
Huelga general y apoyo desde Brasil

Los historiadores apuntan que los documentos desclasificados del gobierno de Brasil confirman que el apoyo a la dictadura uruguaya continuó después de consumado el golpe.

Mientras se realizaba la huelga nacional, de la que estamos conmemorando 50 años este próximo 27 de junio, ingresaban por las fronteras brasileñas armas y tanques para los militares golpistas.

“En el período previo al golpe, documentos a los que tiene acceso del MJDH muestra la clara animosidad que tenía el embajador brasileño en Uruguay contra Wilson. Mandaba sus informes mostrando la clara preocupación de la dictadura brasileña por el Frente Amplio, el MLN, y el movimiento sindical y veía en Wilson el articulador político de esas fuerzas”, cuenta Jair.

Para el activista hay dos aspectos que hacen de este libro algo fundamental: el primero, es que demuestra la persecución orquestada por el Plan Cóndor y el segundo es que destaca redes de solidaridad que se formaron.

“Quiero concluir mi intervención recordando algo que el libro no recoge pero que para nosotros brasileños es muy importante y fue la visita de Wilson Ferreira a Porto Alegre en febrero de 1983”.

Un viaje bien aprovechado

La Asamblea Legislativa de la ciudad gaúcha organizó aquel año la llegada del líder nacionalista desde su exilio en Londres y de su hijo Juan Raúl, por ese entonces exiliado en Washington.

“Debido a la proximidad con Uruguay vino un grupo muy numeroso de militantes del Partido Nacional, que se reunieron con Wilson para trazar estrategias de resistencia y acción para el fin de la dictadura”.

“Resulta que el cónsul de Uruguay en Porto Alegre en ese período realiza un detallado informe de las actividades de Wilson con lujo de detalles, lo que solo podía suponer la instalación de un sistema de espionaje y dejaba en evidencia la gran farsa que en el año 82 realizaron los aparatos represivos brasileños, encabezados por el DOPS”.

Rio Grande do Sul fue el único estado brasileño que “quemó” las fichas del Departamento de Orden Pública y Social (DOPS), documentos que contienen información muy valiosa sobre las acciones represivas durante la dictadura.

Wilson fue fundamental para desenmascarar esta falsa quema de fichas, porque cuando el cónsul envía su informe sobre los pasos del dirigente en Porto Alegre adjunta la ficha de quien fuera su chofer durante su estadía mencionando su nombre y su filiación al partido comunista”, subraya.

Jair culminó su intervención homenajeando la memoria de Ferreira Aldunate, al que considera el último gran estadista, y también a la memoria de sus amigos del Partido Nacional Julián Murguía, clave en el descubrimiento de documentos fundamentales para la memoria histórica, Diego Achard y “CachoLópez Balestra.

Esas viejas agendas

El conversatorio, que transcurrió entre anécdotas y recuerdos, fue cerrado por Juan Raúl Ferreira, autor y protagonista del libro.

“Cuando se acercan fechas emblemáticas como lo es esta de los 50 años del golpe de Estado en Uruguay el repaso de estas bitácoras, otrora agendas, remueve muchas cosas en mí”.

Juan Raúl recordó la reunión entre Wilson y el líder de izquierda Líber Seregni antes del golpe; el secuestro y asesinato de sus queridos amigos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, en Buenos Aires en 1976; el homicidio del excanciller chileno Orlando Letelier, con quien iba a trabajar durante su exilio en Estados Unidos, un hecho que puso de manifiesto hasta dónde podía llegar el Cóndor.

“El hecho de haber anotado todo en estas bitácoras durante mi exilio surge luego de la muerte del Zelmar y el Toba (Gutiérrez Ruiz), y esa costumbre me hizo documentar información que muchos años después me siguen sorprendiendo y son una fuente histórica muy valiosa”, destacó.

“Estamos en las vísperas de los 50 años del golpe de Estado -continuó- y debo decirles que no necesito de estas bitácoras para recordar ese día, pero todo lo que está en mi memoria y que se plasma en este libro está respaldado por documentos históricos”, afirmó.


Foto: Amalia Antúnez