Dan Gallin
de América Latina
Carlos Amorín
16 | 6 | 2025

Dan Gallin y Enildo Iglesias | Foto: Rel UITA (archivo)
Seguramente otros compañeros y compañeras aportarán su testimonio personal acerca de quién fue el polaco Dan Gallin en el contexto de la UITA y del sindicalismo internacional, y sobre todo del sindicalismo latinoamericano.
Personalmente, compartí con él unos pocos días de trabajo durante la XV Conferencia de la Rel UITA celebrada en 2016 en República Dominicana, a la cual Dan asistía como invitado, pues ya se había retirado de la secretaría general de la Internacional.
Pero mientras preparábamos con Enildo Iglesias el libro “Rel UITA. Una biografía colectiva” conocí la importancia que tuvo Gallin en la refundación de la Regional Latinoamericana de la UITA en 1967, luego de una etapa oscura en la cual la llamada “Oficina Regional”, había sido infiltrada por elementos vinculados a la CIA estadounidense y hasta era financiada por ella en el marco de la Guerra Fría. Esa “Oficina” fue cerrada en 1965 por el Comité Ejecutivo de entonces tras comprobar la infiltración.
Fue en la IV Conferencia de Caracas de 1967 donde Juul Poulsen, entonces secretario general de la UITA, y Dan Gallin, su asistente, impulsaron la refundación de la Regional Latinoamericana sobre nuevas bases organizativas y estatutarias que consagraban la democracia y transparencia interna, estableciendo elecciones obligatorias para los cargos directivos. Fue en esta Conferencia en la cual fue elegido por primera vez como secretario regional Enildo Iglesias.
Estos dos ilustres militantes y dirigentes, Dan y Enildo, mantuvieron durante más de 30 años una relación dinámica, de cooperación y de solidaridad, no carente de discrepancias y debates puntuales, pero de profundas coincidencias en asuntos esenciales, esencialmente, de amistad.
Dan Gallin, pues, fue un impulsor de la refundación de la Regional, fue también su decidido y leal compañero de ruta durante tres décadas, asegurando su apoyo personal e institucional a innumerables iniciativas surgidas desde Latinoamérica.
Se puede afirmar que Dan fue un gran amigo de América Latina, empático con nuestras luchas ante las dictaduras, inclaudicable defensor de la democracia y los derechos humanos y sindicales, y una permanente presencia solidaria ante las causas regionales.
Su partida es una de esas que, como lo expresaron otros compañeros, “deja un vacío imposible de llenar”.
Compañero Dan Gallin: ¡Hasta la victoria, siempre!