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Misión Rel UITA Panamá
Con Yamir Córdoba

“En el SUNTRACS ya tenemos a unos 130 compañeros judicializados”

Gerardo Iglesias

25 | 6 | 2025


Gerardo Iglesias (Rel UITA), Alejandro Jhon (FUCLAT) y Yamir Córdoba (SUNTRACS) | Foto: Giorgio Trucchi

El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá (SUNTRACS), está en la mira del aparato represor del presidente José Raúl Mulino.

El Comité Ejecutivo de la UITA reunido en Lausana, Suiza (21.22 de mayo), emitió una resolución de urgencia donde la Internacional manifestó su respaldo al compañero Saúl Méndez, secretario general del SUNTRACS, que debió exiliarse en la embajada de Bolivia, al tiempo que extendió su mayor solidaridad con la huelga de los trabajadores bananeros de Bocas del Toro.

La pasada semana la Misión de la UITA en Panamá entrevistó a Yamir Córdoba, secretario de organización del sindicato, un dirigente que destaca por su firmeza ideológica y simpatía. Tándem que no se encuentra muy a menudo en el ámbito sindical.

“La situación está difícil, complicada −comienza diciendo Yamir−. Tenemos un presidente que no dialoga, ni es sensato, sino de imposición, cerrado al diálogo con las organizaciones sociales. No está dispuesto a sentarse a buscar salidas o un beneficio común con ninguna organización. Es más, en su discurso de toma de posesión del cargo dijo que su gobierno iba a ser un gobierno pro empresarial, y la verdad que está cumpliendo con esa promesa”.

Persecución judicial y represora

“En el caso del SUNTRACS −continúa el dirigente− ya tenemos a unos 130 compañeros judicializados. El presidente Mulino ha usado al Ministerio Público para perseguir tenazmente a dirigentes y trabajadores de base de nuestra organización. Es una situación penosa y difícil a la vez, porque el MP se ha puesto al servicio de los caprichos del presidente Mulino.

Esto es bien peligroso porque hoy la deriva persecutoria es con el sector organizado, pero mañana puede ser con cualquier persona que salga a protestar. Un individuo como este no debería haber pisado nunca la presidencia del país”, sentencia Jamir.

En momentos de realizar la entrevista la represión se desata en la zona bananera y nadie sabe cuántos son los muertos y el número de heridos.

“Hoy vemos como se repite hasta con más fuerza lo que ocurrió en el 2010 con la represión contra los pueblos originarios en Changuinola. Digo con más fuerza porque en aquel entonces era ministro de Seguridad, mientras que ahora, como presidente, tampoco hay manejo político de la situación.

Hay una fuerte represión contra un pueblo históricamente olvidado y explotado. Van a masacrar a un pueblo (Ngäbe Buglé) que está luchando allá en Bocas del Toro. Menosprecia, minimiza y no le interesa de esta gente, ni de sus muertos.

Eliminan las garantías constitucionales, suspenden el internet y todo lo que es comunicación lo bloquean. Allá puede pasar cualquier cosa y no lo vamos a saber”, acota Yamir con indignación.

¿Como se sale de esto?

La pregunta subyace en todas partes y el también coordinador de la Alianza Pueblo Unido, aborda el desafío. “Creo que de esto se puede salir solo con una dialogo amplio con todos los sectores. Y hablo de la solo de ley 462 (que entrega la Caja del Seguro Social al ámbito financiero), porque para solucionar las grandes problemáticas que como pueblo tenemos no es suficiente.

Hay un gran abandono de las necesidades del pueblo. Servicios básicos, salud, educación, desempleo, bajos salarios. A esto se suma el memorando de entendimiento con Estados Unidos que afecta nuestra soberanía.

Hay una sumisión de este gobierno a los norteamericanos y este presidente podría usar esta carta si la protesta se desborda. Sabe que este pueblo tiene un límite y que podría haber enfrentamientos con el pueblo a nivel nacional.

Veremos qué pasa”, concluye Yamir.

Salgo del local del SUNTRACS, la lluvia es intensa. Quizás no tanto como la incertidumbre que me acecha. “Panamá vive a la víspera”, hubiera dicho Marcelo Quiroga Santacruz, cuando se refería a los golpes de estado en su Bolivia natal.