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Una de las caras del genocidio en Gaza

El hambre como arma de guerra

Los matan de hambre o los matan cuando van a las colas del hambre para hacerse de lo poquito de comida que les reparten organizaciones que se dicen de ayuda humanitaria: el hambre es, para Israel, una de las armas con que intenta exterminar a los palestinos de Gaza y a los que sobrevivan desplazarlos definitivamente de sus tierras.

Daniel Gatti

23 | 7 | 2025


Foto: Gerardo Iglesias

Solo entre este lunes y martes 15 gazatíes murieron literalmente de hambre, entre ellos ocho menores de edad. Desde octubre de 2024 superan el centenar, la enorme mayoría (ochenta) niños o adolescentes, según datos de Naciones Unidas.

Y a medida que pasen los días serán seguramente más y más, porque la hambruna ya no es, en Gaza, “Un peligro inminente”. Se palpa todos los días, de acuerdo a los funcionarios internacionales que todavía permanecen en la Franja.

Otros morirán de enfermedades perfectamente curables y muchos, muchos seguirán siendo asesinados por los bombazos y los misilazos israelíes. Por ahora suman casi 60.000, a los que hay que agregar los más de 10.000 que están bajo los escombros.

La mayor parte de estos 20 meses los gazatíes los han pasado sin poder acceder al mínimo de alimentos, agua, medicamentos, combustibles necesarios. Israel ha bloqueado su ingreso a la Franja.

De tanto en tanto, cuando el amo estadounidense, por alguna conveniencia de momento, ejerce alguna presión, el gobierno de Benjamín Netanyahu autoriza que entren a la Franja algunos camiones. Algunos pocos, y luego vuelta a cerrar las válvulas.

En las colas

Pero los gazatíes mueren también cuando van a buscar las magras raciones que les entregan en algunos sitios los funcionarios de una supuesta asociación de ayuda –Fundación Humanitaria, se llama– montada por Estados Unidos e Israel primero a espaldas y luego contra la voluntad de Naciones Unidas.

En las colas del hambre los soldados israelíes que “custodian” esos “puntos de asistencia” suelen abrir fuego. En tres meses más de 1.050 palestinos de Gaza han sido asesinados en esas circunstancias, de acuerdo a la ONU. Solo este domingo fueron cien.

Nunca visto

Pero además los palestinos se están quedando sin médicos para intentar curarlos, sin funcionarios internacionales para intentar asistirlos, sin periodistas para intentar contar al mundo lo que está sucediendo.

Al igual que a los educadores, a ellos Israel los está tomando como blanco directo y asesinándolos.

Esta semana la sociedad de periodistas de la agencia de noticias francesa France Presse emitió un comunicado denunciando que se está quedando sin colaboradores en la Franja de Gaza porque Israel está matando reporteros un día sí y otro también.

Ya son más de 230 los periodistas asesinados a balazos o misilazos en Gaza desde fines de octubre de 2023, a razón de 13 por mes. Nunca han muerto tantos en un “conflicto”, en una “guerra”.

Ahora están –también– muriendo de hambre.

“Desde la fundación de AFP en agosto de 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir de hambre a un colaborador”, dijeron los reporteros franceses en su comunicado.

Y algo similar viene denunciando Naciones Unidas respecto a sus asistentes sociales, a sus médicos y paramédicos.

Ni hablar de la gente “de a pie”.

Nadie puede más en Gaza. “Lo poco que se consigue de alimentos o medicamentos hay que pagarlo al contado y a precio de oro a traficantes y mercaderes”, dicen habitantes del enclave interrogados a la distancia por el portal francés Médiapart.

Hasta las redes de solidaridad entre víctimas se están debilitando en un lugar que se preciaba por mantenerlas vivas a pesar de todo. Nada raro: los genocidas también apuestan a eso.