Taller promovido por la CONTAG y la OIT
Combate al trabajo esclavo
Entre 1995 y mayo de 2014 se realizaron en Brasil 1.587 fiscalizaciones para la erradicación del trabajo esclavo, inspeccionándose 3.773 establecimientos. Durante este período, han sido liberados un total de 46.588 trabajadores y trabajadoras.
Estos y otros números fueron presentados en el Taller Nacional de Formación de Multiplicadores en el Combate al Trabajo Esclavo, una actividad promocionada por la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tuvo lugar del 17 al 19 septiembre en Brasilia.
En la actividad participaron también asesores y dirigentes de las Federaciones Estaduales de Trabajadores de la Agricultura (FETAG).
En la mañana del día 17, el coordinador del Proyecto de Combate al Trabajo Esclavo y Tráfico de Personas de la Oficina de la OIT en Brasil, Luiz Machado, contextualizó las acciones de ese organismo de la ONU para combatir el trabajo forzado en el mundo, y también presentó las convenciones, protocolos y recomendaciones existentes en la materia.
En los informes mundiales de la OIT, el trabajo forzado es definido como un trabajo realizado de manera involuntaria (sin consentimiento), bajo coerción, privación de libertad y en violación de los derechos humanos y señala que no se lo puede confundir con un trabajo mal remunerado o precario (en este caso se trata de un trabajo degradante).
Víctimas del trabajo forzado
20,9 millones de personas
Según datos de la OIT, el trabajo forzado está presente en todos los continentes, en todos los tipos de economía y no sólo en las relaciones informales.
El número total de víctimas de trabajo forzado, según estimaciones de la OIT, llega a 20,9 millones de personas.
Brasil, a pesar de mantener una alta tasa de trabajadores y trabajadoras en condiciones análogas a la esclavitud, es referencia mundial en la lucha contra esta práctica debido a diversas iniciativas.
La OIT cita entre ellas la formación de grupos especiales de fiscalización móviles; el rescate de más de 46 mil trabajadores; la existencia de la Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Esclavo (Conatrae); la creación y difusión de la llamada «Lista Negra«; denuncias y condenas por daños colectivos; la puesta en marcha del Pacto Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo; acciones de prevención y reinserción.
“Brasil no es un caso exitoso, porque no hemos erradicado todavía el trabajo esclavo”, destacó sin embargo Luiz Machado.
La otra presentación de la mañana fue realizada por la Subsección del Dieese instalada en la CONTAG, que divulgó datos sobre el trabajo asalariado rural y el trabajo esclavo en Brasil.
Según datos de la Pnad2012-IBGE, hay en Brasil unas 4,1 millones de personas ocupadas en el medio rural, en su gran mayoría (3,6 millones, 70 por ciento) hombres.
La tasa de asalariados es del 30 por ciento, es decir, que cada 100 personas empleadas en el sector agrícola, 30 son asalariadas.
La informalidad en las relaciones laborales llega a su vez al 60,1 por ciento, según datos de 2012. Aunque sigue siendo elevada, es 16,2 puntos inferior a la de 2000, de acuerdo al Dieese.
Sin embargo, el secretario de Asalariados Rurales de la CONTAG, Elias D’Angelo Borges, se mostró muy preocupado por ese índice, por lo que representa en pérdida de derechos para los trabajadores rurales, en especial a la seguridad social.
«Por esta y otras razones es que estamos haciendo este taller. Los puestos de trabajo en el medio rural han disminuido, pero la informalidad y el trabajo esclavo todavía están presentes.Es necesario mejorar nuestras acciones”, subrayó el dirigente.