La huella solidaria de la Rel UITA
Amalia Antúnez
31 | 10 | 2025

María Bellizzi | Foto: Daniel García – Rel UITA
En un mundo en el cual la defensa de los derechos humanos se enfrenta cada día a nuevos desafíos, la Rel UITA se planta como una referencia ética y militante.
Desde hace décadas la organización regional ha tejido redes de solidaridad y compromiso que atraviesan fronteras, levantando la voz en defensa de las víctimas, de la verdad y de la justicia.
Esa huella se refleja también en el impacto de su trabajo cotidiano. La nota dedicada a María Bellizzi, fundadora de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y símbolo de la lucha contra el olvido, alcanzó en apenas una semana más de 34.000 visualizaciones.
A sus 101 años, María sigue inspirando a nuevas generaciones, y la repercusión del homenaje confirma el enorme poder de la memoria cuando se la cuenta con respeto y emoción.
Pero la labor de la Rel UITA no se limita a recordar: también es acción sostenida y articulación colectiva, en alianzas profundas y solidarias con organizaciones hermanas como el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Brasil, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y últimamente con la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM).
Vínculos que trascienden fronteras y épocas, y que han permitido acompañar luchas, denunciar abusos y sostener la esperanza en los momentos más oscuros.
La defensa de la memoria, la verdad y la justicia ha sido siempre una bandera central en la historia de la Secretaría Regional. Desde los tiempos de las dictaduras hasta las actuales amenazas a los derechos sociales, la organización ha mantenido una presencia firme y solidaria, tendiendo puentes entre el movimiento sindical y el movimiento de derechos humanos.
Hoy, cuando la región vuelve a enfrentar discursos de odio, impunidad y precarización, la Regional reafirma su lugar en la primera línea. Con el mismo espíritu de siempre, el de quienes entienden que el movimiento obrero organizado debe estar del lado de los luchan por un mundo más justo y solidario.
Porque recordar −como lo demuestra María Bellizzi− no es mirar hacia atrás: es seguir caminando, con la verdad como bandera.
