Desde la Confederación General del Trabajo se convocó en rechazo a las “políticas de exclusión y ajuste”, que lleva adelante la administración de Javier Milei, transformándose en el tercer paro general desde que asumió su gestión (10.12.2023).

En un enfático documento la CGT fijó posición reclamando “respeto a las paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, actualización y aumento de emergencia para todas las jubilaciones, políticas activas para la generación de empleo y poner fin a la represión salvaje e injustificada de la protesta, que viola leyes y acuerdos institucionales”.

“Desde que asumió Milei, se perdieron 194.479 empleos formales, siendo el sector privado el más afectado por la recesión, con un promedio de 310 puestos laborales destruidos por cada día de gestión”, (Canal Abierto).

La caída del ingreso familiar que deteriora los niveles de consumo, más los incrementos de los proveedores y la suba de tarifas explica, por ejemplo, el cierre de más de 1.100 panaderías solo en la provincia de Buenos Aires.

En el país identificado internacionalmente como el “granero del mundo”, casi 30 por ciento de la población vive en situación de inseguridad alimentaria y la situación tiende a gravarse.

La sensación térmica se encamina a un descontento generalizado de la población.

¿Se podrá parar la marea de protestas a puro garrotazo y gaseando a la gente?