En un comunicado desopilante que pretende “resaltar ciertos logros” (sic) el Consejo de Administración de SanCor realizó el balance de… ¡Un mes de gestión!

Los denunciados por evasión fiscal afirman que enero ha sido un mes maravilloso, y que no fue perfecto por acción del demonio personificado en el Cuerpo de Delegados del Personal, que insiste con medidas de acción gremial.

Sostienen además que cumplieron estrictamente con el cronograma de pagos que fijaron de manera unilateral (es decir, te pago lo que quiero y cuando quiero, esto es, por debajo de la escala salarial y fuera del término legal), y con los planes de producción y distribución previstos, que no se sabe cuáles son.

Los investigados por estafas contra las y los trabajadores declaran también que el personal sigue prestando servicios a pesar de las presiones del Cuerpo de Delegados; que evalúan alternativas para resolver la situación de la cooperativa, y que tienen toda la capacidad para cumplir con las metas que se han propuesto, que tampoco se sabe cuáles son, salvo el desguace evidente y la quiebra inminente.

No solo se trata de afirmaciones falaces, sino que, además, omiten deliberadamente considerar:

• Que de procesar más de cuatro millones de litros diarios de leche,
   hoy  por hoy la empresa solo procesa menos de quinientos mil.

• Que, producto de una mala administración y de malas decisiones, de
  catorce plantas industriales que tuvo, hoy solo le quedan seis,
  desprendiéndose también de líneas enteras de productos y marcas.

• Que ni los trabajadores ni la sociedad sabemos dónde fue a parar la
   enorme masa de dinero de los activos que enajenaron. ¿Qué
   hicieron con tanto dinero? ¿Quién lo tiene? ¿Dónde está?

• Que SanCor registra una deuda global de casi cuatrocientos millones
  de dólares, que la torna inviable y los directivos de la empresa lo
   saben y  planean la retirada.

• Que desde hace siete años mantienen una deuda salarial, de Obra
   Social, Mutual y Sindical que supera largamente los veinte mil
   millones de pesos.

Las decisiones que llevaron a semejante catástrofe irreversible fueron tomadas por los “exitosos” directivos de SanCor.

Ni los Delegados del Personal ni el Sindicato vendimos las plantas industriales, las líneas de productos ni las marcas de la empresa.

En el colmo del disparate y la mentira, ahora este “comunicado” de los directivos de SanCor pretende demonizar a nuestro Cuerpo de Delegados del Personal, haciéndonos aparecer como los responsables de la situación de la empresa.

Se trata de otro acto desesperado y fallido de estos grandes caraduras mentirosos. Y no lo vamos a permitir.

Tomado de El Eco de Sunchales