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El cierre de la agencia Télam

Un mazazo a la libertad de expresión

El domingo 3 a la medianoche, decenas de policías ingresaron a los locales de la agencia argentina Télam sin orden judicial, ocuparon sus instalaciones y desalojaron a su personal. Comenzaba así el cierre de la principal agencia de prensa latinoamericana.

Gerardo Iglesias

7 | 3 | 2024

Al día siguiente, mediante una circular firmada por el interventor de medios públicos Diego Chaer, el personal de la agencia (unas 700 personas entre periodistas escritos y gráficos y administrativos) era notificado “dispensado de prestar su débito laboral” por una semana con goce de sueldo.

Simultáneamente el sitio web de Télam era cerrado (“en reconstrucción”, se puede leer al ingresar), y el acceso a sus archivos públicos por ende bloqueado.

“Fue sorpresivo. No esperábamos algo así ahora”, dijo a La Rel Christian Camblor, periodista de Télam. El presidente Javier Milei había hablado en campaña y repetido a saciedad que privatizaría los medios públicos “pero no había hablado de cierres”.

La segunda en importancia en lengua española después de EFE, con un trabajo monumental acumulado, fue cerrada de un plumazo por un gobierno que no para de atacar a quien le formula una crítica”, denunció.

En el limbo

“Los trabajadores quedamos en el limbo. No sabemos qué va a pasar con nosotros. La agencia no puede ser cerrada así como así porque fue creada por ley (en 1945) y se necesitaría otra ley para clausurarla. El propio gobierno no sabe qué va a hacer: por eso es que nos suspendió por una semana”.

El precedente del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) “ilustra que este gobierno está avanzando en sus planes de manera acelerada pero que lo hace a la vez de forma improvisada. Actúa y después ve”.

El Ejecutivo de Milei anunció en efecto “el cierre” del Inadi, pero no pudo concretarlo por lo mismo que no puede concretar el de Télam sin trámite parlamentario: el Inadi fue instituido por ley.

“Las funciones del Inadi las transfirió al Ministerio de Justicia. Con Télam no sabemos qué se propone hacer”, señaló Camblor.

Un constitucionalista, Andrés Gil Domínguez, calificó la decisión del gobierno de Milei de ilegal e incluso violatoria del Decreto de necesidad y urgencia promulgado por el propio Ejecutivo.

“Antes de cualquier medida de cierre Télam debe convertirse en una sociedad anónima y después, aplicando la ley de sociedades 19.550, podría disolverse. Un gobierno desconociendo su propia normativa de emergencia es realmente preocupante y desopilante”, afirmó.

Bajo control obrero

El lunes el personal de la agencia realizó una asamblea multitudinaria y decidió seguir operando el medio de manera paralela. “Creamos Somos Telam y así nos mantendremos hasta ver qué pasa”, dijo Camblor.

“Vamos a seguir marcando presencia, sin violencia, pero con firmeza”.

Previamente, los trabajadores y las trabajadoras de la agencia habían llevado a cabo un “abrazo” simbólico al local de la agencia, con apoyo de otros sindicatos y de referentes políticos y sociales.

«Estas medidas que está tomando el gobierno tratando de meternos miedo son la base de la construcción de un gran paro nacional que se tiene que dar en defensa de todos los trabajadores y trabajadoras argentinas«, dijo en esa ocasión el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano.

“Esto huele a revancha, huele a querer terminar con la libertad de expresión”, comentó su par de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y diputado nacional Hugo Yasky.

«Télam estuvo siempre, ahí donde hubo conflicto, donde hubo hambre, donde hubo represión, donde hubo violación a los derechos humanos».

Martín Becerra, periodista, docente e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, dijo al diario Página 12 que los corresponsales de Télam, “desplegados en todas las provincias argentinas, eran un recurso informativo crítico en tiempos de desertificación de medios”.

Prohibido solidarizarse

El gobierno prohibió expresamente al personal de los otros medios públicos solidarizarse con sus compañeros de Télam.

“En democracia, nunca pasó algo así. Bajo el gobierno de Mauricio Macri se impuso que no dijéramos ‘dictadura’ sino ‘gobierno de facto’, pero una cosa así, jamás”, dijo a Página 12 un trabajador de Radio Nacional.

Camblor señaló a La Rel que probablemente los legisladores de La Libertad Avanza, el partido de Milei, tomen contacto con sus pares de Propuesta Republicana (PRO), la formación de Mauricio Macri, para buscar una salida legal al “asunto Télam”.

“La extrema derecha junto a la derecha. No tienen otra, porque no les dan los números en el Congreso, pero por lo pronto Milei, mientras busca alianzas a su manera, gobierna a los golpes, emprendiéndola contra todo lo que le pueda plantar cara”, tratando de “cerrarles la boca a los argentinos”.

Al tiempo que lo que avanza no es la libertad sino el hambre.