Una frutera y un fondo de inversiones brasileños (Cutrale y Safra)
pretenden adquirir Chiquita Brands Int.
pretenden adquirir Chiquita Brands Int.
Movimientos en el mercado bananero
con posibles consecuencias para los trabajadores
con posibles consecuencias para los trabajadores
¿Banana Made in Brasil?
Una frutera y un fondo de inversiones brasileños
(Cutrale y Safra) pretenden adquirir Chiquita Brands Int.
(Cutrale y Safra) pretenden adquirir Chiquita Brands Int.
Foto: Gerardo Iglesias
La transnacional frutera estadounidense Chiquita está viendo en peligro su intención de fusionar con la irlandesa Fyffes para crear la mayor bananera del mundo[1], debido a una propuesta proveniente de Brasil el pasado lunes 11. Nuestra vieja conocida Cutrale, junto al fondo de inversiones Safra, ofertaron 13 dólares por cada acción de Chiquita (29% por encima del precio de cierre de la acción el viernes 8) lo que significaría un desembolso estimado entre 611 y 625 millones de dólares.
Los actores:
Chiquita Brands International
Popularmente identificada como Chiquita, es una transnacional con sede en Charlotte, Carolina del Norte (EE.UU.) dedicada a la producción y distribución de plátanos y otros productos.
Ampliamente conocida por nuestras afiliadas del sector en América Central y Colombia, es la sucesora de la no bien recordada United Fruit Company y la principal distribuidora de plátanos en los Estados Unidos. El pasado marzo anunció la intención de fusionar con la irlandesa Fyffes -el negocio debería concretarse a finales del año- con la posibilidad de trasladar su sede a Irlanda, donde los impuestos son menores que en EE.UU.
Fyffes
Con sede en Dublín, Irlanda, se dedica a la producción, adquisición, transporte, maduración, distribución y marketing de frutas tropicales -principalmente banana, ananá y melones-.
Hasta los años 90 fue dueña de plantaciones bananeras en Belice y Honduras para luego abandonar las operaciones de producción.
Es la mayor distribuidora de bananas de Europa y la cuarta más grande en el mundo. En el 2009 adquirió una plantación de piña en Panamá que junto a sus plantaciones de piña en Costa Rica le permite producir el 50% de la fruta que vende.
No tiene convenios colectivos directos con los sindicatos en Irlanda o en los otros países donde opera y ha sido acusada de no poseer casi ninguna plantación, como forma de renunciar a su responsabilidad por las condiciones de los trabajadores.
Cutrale
Con sede en la ciudad de Araracuara, en el interior de São Paulo, Brasil, es un gigante en el comercio mundial de jugo de naranja. Además de Brasil posee plantas en el estado de Florida (EE.UU.), también opera en el mercado de manzanas, melocotón (durazno) y soya.
Es un importante proveedor de jugo de naranja concentrado para las marcas Minute Maid y Simply Orange, ambas de Coca-Cola. Su dueño, José Luis Cutrale, integra la junta directiva de la mexicana Coca-Cola FEMSA.
En Brasil, nuestras organizaciones afiliadas deben enfrentar permanentemente su política antisindical que la ha llevado a sufrir diversos juicios laborales, debido a la baja remuneración de los cosechadores de naranja, condenada por la Justicia del Trabajo por discriminar a trabajadoras embarazadas y por abandonar a su suerte a trabajadores contratados en otras regiones para la cosecha y que no tenían como regresar, entre otros.
Grupo Safra
Es una red internacional de empresas controladas por Joseph Safra (uno de los 100 hombres más ricos del mundo) que comprende instituciones bancarias y financieras, operaciones industriales, bienes raíces y la agroindustria.
Se encuentra presente en EE.UU., Europa, Oriente Medio, América Latina, Asia y el Caribe. Además, Joseph Safra tiene participación en Celulosa Aracruz, Banco Safra, Banco Jacob Safra Suiza y Banco Safra Nacional de Nueva York.
A que juegan
Cutrale y Safra carecen de experiencia en el mercado bananero, pero las familias que las controlan coinciden en la conveniencia de ingresar en otras áreas fuera de las que actualmente explotan.
La más afín con el nuevo emprendimiento bananero es Cutrale, que por otra parte hace tiempo se esfuerza por diversificar sus negocios invirtiendo en soja, maíz, manzana, limón y melocotón.
Por otra parte, en la última década se ha producido una caída del 23% en el consumo mundial de jugo de naranja, a lo cual se le suman los inconvenientes originados en que se trata de un producto que no tiene acceso directo al consumidor.
Como contrapartida, Cutrale se beneficiaría de la experiencia de Chiquita en el mercado de la banana para llevar sus productos de naranja más cerca de los consumidores.
Por su parte, Chiquita manifestó que estudiará seriamente la oferta, pero no le resultará fácil renunciar a la fusión con Fyffes que le permitiría superar a Dole Food como líder mundial en ventas de banana.
Un Acuerdo en peligro
En 2001, la UITA y Colsiba[2] firmaban con Chiquita un “Acuerdo sobre libertad sindical, las normas laborales mínimas y el empleo en las operaciones bananeras de América Latina”, el que sin haber logrado resolver todos los problemas, representa un reconocimiento de la actividad sindical y un importante marco de referencia en las negociaciones entre los sindicatos y la empresa.
Si Chiquita es adquirida por Cutrale, ¿ésta seguirá reconociendo el Acuerdo? Considerando los antecedentes de esta empresa lo dudamos mucho.
En nuestra opinión, el Acuerdo, que en su oportunidad fue rubricado por Juan Somavía por entonces Director General de la OIT, no pierde vigencia pese a que la empresa signataria resulte vendida.
Suponemos que sus nuevos dueños seguirán manteniendo la marca Chiquita lo que significa la continuidad del vínculo laboral, y por ende se mantienen los derechos adquiridos tanto por los trabajadores como por sus organizaciones sindicales.
Si el negocio se concreta debemos estar preparados para defender, con todos los medios a nuestro alcance, la vigencia del mencionado Acuerdo.