-¿Por qué decidieron protestar frente a la Bovespa?
-Porque es uno de los símbolos del capitalismo en nuestro país. Allí denunciamos, conjuntamente con CNTA y la UITA, las condiciones de trabajo en los frigoríficos.
El foco de las denuncias estuvo sobre la mayor empresa de proteína animal del mundo, JBS y por eso esta vez cambiamos la consigna a “La carne más débil de JBS es la de los trabajadores”, haciendo un juego de palabras entre nuestra consigna “La carne más barata es la de los trabajadores” y la operación “Carne fraca”, que descubrió diversos hechos de corrupción en los que está involucrada esta compañía.
-¿Cuáles son las principales denuncias sobre las condiciones en JBS?
-Esta empresa gigante, con cientos de operaciones financieras en el mundo, con ganancias astronómicas hace que sus trabajadores y trabajadoras utilicen el mismo barbijo durante cinco días seguidos en sus unidades de producción.
Esta compañía, que solo en el tercer trimestre de este año embolsó 3.500 millones de reales (unos 600 millones de dólares), se niega a realizar el testeo masivo en sus plantas, generando potenciales casos de trabajadores infectados en las líneas de producción que pueden expandir el virus no solo entre sus compañeros de trabajo sino entre sus familias y comunidades.
Asimismo, denunciamos la postura autoritaria de JBS, que se refleja en su constante negativa a dialogar con las organizaciones sindicales del sector y en no acatar los Términos de Ajuste de Conducta dispuestos por el Ministerio Público de Trabajo (MPT).
-¿Cómo evalúas el impacto social de la protesta?
-Tanto la CONTAC, CNTA, las federaciones y sindicatos y la UITA, que cumple un papel fundamental en esta campaña de denuncia, nos vemos limitados para realizar movilizaciones debido a la pandemia y a las restricciones sanitarias.
No queremos hacer aglomeraciones porque esta es una de las principales reivindicaciones del movimiento sindical y debemos predicar con el ejemplo.
Pero la protesta del jueves forma parte de una acción necesaria para que estas denuncias lleguen a los consumidores, a la sociedad en general, para que se sepa en qué condiciones se produce la carne en Brasil, especialmente en JBS.
-¿Cuáles son las siguientes medidas que tomarán?
-Tenemos el gran desafío de desenmascarar a JBS porque esta empresa ha invertido en una fuerte campaña publicitaria donde se muestra como socialmente responsable, que dona equipos para hospitales, que cuida de la Amazonia, cuando en realidad no cuida de lo más primordial y más cercano: la salud y la vida de sus trabajadores y trabajadoras.
La UITA es nuestra gran aliada para que esta situación se conozca en todo el mundo, sobre todo en aquellos países que compran productos cárnicos de Brasil.