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Nueva derrota de Nestlé en los tribunales

Los sindicatos ganan terreno en la justicia

La justicia laboral obligó nuevamente a Nestlé de Cordeirópolis a respetar a la asamblea de trabajadores de la planta, que definió el descuento colectivo de la contribución sindical.

El Tribunal Regional del Trabajo de la 15ª Región de Campinas (Sao Paulo) ya se había pronunciado en mayo en el mismo sentido.

En esa ocasión, había denegado un recurso de la empresa contra la demanda realizada por el Sindicato de Trabajadores de las Industrias de la Alimentación de Limeira y Región (Stial) sobre el incumplimiento por parte de Nestlé de lo dispuesto por sus funcionarios con relación al descuento del impuesto sindical.

En su sentencia, el juez Luis Henrique Rafael mencionó el carácter irregular del fin de la obligatoriedad del cobro de la contribución sindical.

Nestlé basa sin embargo su decisión de no respetar la decisión colectiva de los trabajadores en la reforma laboral aprobada por el parlamento.

Esa reforma determina el cese de la obligatoriedad de descontar la cuota sindical, pero habilita a que si los trabajadores lo deciden, la contribución pueda seguir siendo pagada.

Lo perverso de la reforma es que deja al trabajador librado a su sola fuerza.

“La táctica es clara. Al obligarse al trabajador a decidir individualmente, se le genera temor por un posible despido. Alejándolo del sindicato, se busca destruir su organización para poder quitarle derechos ya garantizados en la negociación colectiva”, dijo el presidente del Stial, Artur Bueno Júnior.

Para el dirigente, las sucesivas victorias sindicales están creando jurisprudencia contra este punto, que es sólo uno de los muchos aspectos cuestionables de la Reforma Laboral.

“El Tribunal estuvo muy acertado al reconocer que, en este momento de la historia del país, el trabajador no puede verse privado de un sindicato fuerte y activo”, señaló.

Recordó además que el país está en la lista negra de la OIT, precisamente en razón de la reforma laboral.

La organización internacional cuestionó la prevalencia de lo negociado sobre lo legislado sin garantía de derechos, y ha exigido explicaciones al gobierno brasileño.

“El ministro de Trabajo salió avergonzado de la sede de la OIT, y Brasil corre el riesgo de verse perjudicado comercialmente por la acusación de dumping social. Es lamentable”, apuntó Júnior.