-Estás aquí en Porto Alegre apoyando la candidatura de Paulo Paim al Senado…
-Es un deber moral para nosotros corresponder a lo que ha hecho Paim por los trabajadores y las trabajadoras, desde que fue electo diputado por primera vez en 1997 y luego senador.
Fue autor, por ejemplo, de las leyes que consagran la igualdad racial, de los estatutos que protegen a las personas con discapacidades y a los enfermos de sida, fue protagonista de los combates contra la corrupción en el Congreso.
-También luchó desde el Senado por la promoción del trabajo decente en el sector de comidas rápidas…
-Sí, se plegó a la lucha de la UITA contra el trabajo intermitente en McDonald’s.
Cuando nuestra Internacional reunió en Brasilia a más de 35 países hace unos años para apoyar nuestra campaña contra las arbitrariedades de McDonald’s, Paim convocó a una reunión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Ese es Paim, así es él solidario siempre.
Lamentablemente la reforma laboral aprobada bajo el gobierno de Michel Temer legalizó el trabajo intermitente en las restauración por medio de lo que se llamó “la enmienda McDonald’s”, porque fue esta transnacional la que lo impulsó.
Pero luego logramos, con apoyo del Ministerio Público del Trabajo, revertir este panorama y que McDonald’s no aplicara lo consagrado en la reforma laboral sobre el trabajo intermitente a cambio de la reducción de una multa que se le había impuesto.
Paim es un senador muy competente y solidario, que no olvida sus raíces, su militancia sindical y a quien representa. En definitiva, ha sido un instrumento de la sociedad para la conquista de derechos.
-La UITA recientemente envió una carta reconociendo su contribución en la defensa del movimiento obrero…
-Sí, que la leyó en una sección del Senado y se emocionó mucho, porque él reconoce también a la UITA por su historia y su lucha inclaudicable por la democracia y la libertad.
En Porto Alegre, Gerardo Iglesias