El lujoso teatro climático se arma otra vez con grandes escenarios, discursos medidos, fotos con políticos sonriendo frente a paneles solares, y un archivo interminable de promesas que se evaporan antes de que se termine el café.


El lujoso teatro climático se arma otra vez con grandes escenarios, discursos medidos, fotos con políticos sonriendo frente a paneles solares, y un archivo interminable de promesas que se evaporan antes de que se termine el café.