La operación, de un total de 5.000 millones de dólares, es la mayor de la historia de la empresa basada en Atlanta.
Costa, fundada en 1971, propiedad del grupo británico Whitbread, cuenta con unos 3.800 locales en 32 países, 2.400 de ellos en Gran Bretaña.
Tiene vasta implantación en el conjunto de Europa, y también en Medio Oriente y Asia, sobre todo en Japón. Coca Cola pretende pisar fuerte con esta bebida fundamentalmente en China.
Según el presidente de Coca Cola, James Quincy, se trata de una apuesta “de fondo” de su compañía al segmento de las bebidas calientes, en el que la compañía todavía no tenía presencia.
“Los consumidores están cada vez más ávidos de bebidas calientes, sobre todo de café, en distintas variedades”, agregó Quincey.
En el año cerrado el 1 de marzo pasado, Costa Cafés generó ingresos por 1.690 millones de dólares.
Según el suplemento económico del diario brasileño Estado de Sao Paulo, “el mercado del café atrae actualmente a las grandes empresas”.
La transnacional suiza Nestlé acaba de sellar un acuerdo que le permite distribuir productos de Starbucks en todo el mundo, un negocio de unos 7.000 millones de dólares al año.
También la británica JAB Holding se mueve activamente en ese mercado, además de Coca Cola.