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Con el senador Jorge Enrique Robledo, sobre la situación en Colombia

“La gente rica la está pasando de maravilla”

En esta entrevista con La Rel el senador Jorge Enrique Robledo analiza el origen de las protestas en su país y señala que el contraste entre las condiciones de vida de pobres y ricos es tal que se ha vuelto insostenible. Advierte sin embargo que falta mucho para ver la derrota del neoliberalismo y que las luchas serán duras.

Gerardo Iglesias


Foto: Alexandra Muñoz

En Colombia, una pretendida reforma tributaria fue la gota que desbordó el vaso. Desde hace más de dos semanas, los ciudadanos y ciudadanas se movilizan masivamente en diferentes puntos del país a pesar de la violencia con que fueron reprimidas las manifestaciones.

“Cuando empezó este lío de la pandemia, alguien dijo que se iba a acabar esto del neoliberalismo, y yo pensé: ‘puede que se acabe, pero antes vamos a pasar por un período súper duro porque sus defensores van a hacer de todo por profundizarlo’”, reflexionó Robledo.

“Cada crisis es una oportunidad, pero lo es para cosas buenas y para cosas malas también”.

-La masividad de las movilizaciones muestra el gran descontento del pueblo colombiano.
-Sí, sin dudas hay un enorme descontento. Es que las condiciones de sufrimiento de la gente son inmensas, la tasa de desempleo, de pobreza, los altos niveles de corrupción, la violencia.

Este es un país muy mal gobernado, hace muchísimo tiempo que se sucede la misma minoría de malos gobernantes en el poder y parece que se rebasó la copa.

Yo llevo 50 años en el ambiente político y nunca antes había visto tanta gente en las calles, es una movilización sin precedentes.

-¿Cómo imagina que sigue esto?
-Bueno no podría vaticinar nada en este momento. Habrá nuevos paros, y a pesar de que la represión ha encrudecido la gente responde con más decisión y lucha. Es difícil saber hasta cuándo el gobierno va a seguir siendo insensato o va a tomar alguna medida que apunte a un consenso.

De momento no da luces en ese sentido y habrá que ver si el movimiento popular no se desgasta en el proceso, no es fácil leerlo. Vamos a ver qué pasa en estos días.

Respaldo internacional

-Si se puede decir algo positivo sobre esta crisis social es que está recibiendo un amplio respaldo de la comunidad internacional que ha rechazado fuertemente la violencia desmedida del gobierno…
-Es un hecho y es un aspecto muy positivo que esto esté sonando fuerte en el exterior. Es uno de los líos que tiene el gobierno y que el foco de atención internacional esté en Colombia nos da cierta protección.

Hace que no se haya decretado el estado de excepción que le daría al presidente Iván Duque unos poderes dictatoriales, pero hay que permanecer alerta a cómo evolucionan las cosas.

Recordemos que quienes están actualmente en el poder son bien reaccionarios.

Más de políticas que de nombres

-Si en este gobierno primara la sensatez, Duque ya debiera haber renunciado.
-Esto es algo poco probable, pero además quedaríamos en manos de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, que se parece bastante a Duque, y lo mismo el presidente del Senado, como decimos acá “que entre el diablo y escoja”.

Actualmente se está planteando también la reforma de la salud, que en resumidas cuentas pretende entregar toda la administración de salud a prestadoras transnacionales. Algo realmente escandaloso.

El problema no es tanto de nombres y sí de políticas. Este gobierno es un combo de gente con poderes y relaciones entre ellos y con intereses muy semejantes, porque el país es un desastre para los pobres y las clases medias, pero hay una minoría que la está pasando de maravilla.