-¿Cuáles son las principales demandas en esta negociación?
-La convención tenía 68 puntos. Algunos fueron denunciados, y otros no. Los sindicatos, un total de 14, divididos en distintas mesas pero regidos por la misma convención, presentamos una serie de reclamos, empezando por el reintegro de ocho trabajadores despedidos sin justa causa en vigencia del actual convenio.
Por otro lado, es urgente trabajar en aumentar la contratación directa ya que hoy alrededor del 75 por ciento de los trabajadores de las operaciones de Bavaria – AB Inbev en Colombia están tercerizados, ganando salarios mínimos y sin beneficios que permitan brindar una mejor calidad de vida a sus familias.
Reclamamos también un reajuste en fecha del aumento salarial de cada año para el mes de enero, porque el aumento lo hacen en julio y año tras año asumimos esa pérdida ya que el incremento no es retroactivo a enero.
Otro tema fundamental es el reconocimiento en la igualdad de derechos, que a igual trabajo igual remuneración, es decir que la empresa elimine la discriminación de regímenes salariales entre anterior y nuevo y que la convención colectiva se aplique a todos los trabajadores.
Un tema muy importante para los trabajadores y sus familias es que la compañía contribuya con los bonos de medicina prepagada y que establezca un subsidio para la compra de medicamentos.
En materia de vivienda buscamos que el monto del préstamo sea mayor y se elimine el cobro de intereses para que el trabajador pueda conseguir una vivienda digna.
-¿Cuál es la situación de los trabajadores de Impresora del Sur, una empresa que pertenece al grupo Bavaria y que está siendo cerrada?
-Reclamamos que sean trasladados a otros centros de operación de AB InBev para conservar su estabilidad laboral.
Algunos tienen problemas de salud, adquiridos por años de trabajo en la empresa, otros tienen fuero sindical y se encuentran en edades tempranas por lo que el objetivo es continuar trabajando y no hacer un arreglo económico.
La empresa tiene a un señor especializado, al que le llaman “el señor del maletín”, que presiona a los trabajadores para que acepten un arreglo de ese tipo.
Eso representa una humillación para los sindicatos de la empresa. Nos hemos puesto firmes en el reclamo, pero algunos no resisten las presiones: eran 17 trabajadores y ahora son 15.