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Con Didier Leitón

Grupo Calinda cerrado al diálogo

Grupo Calinda (Corporación Álvarez & Marín) sigue empecinado en cerrar la planta empacadora de Bananera Córcega y despedir a unos 60 trabajadores después del 30 de junio. El sindicato confirma sus temores acerca de un giro hacia la tercerización completa del área.
Didier Leitón | Foto: Giorgio Trucchi

En una carta enviada al Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (Sitrap), la empresa aduce que la organización nunca abordó el tema de los despidos y que a los trabajadores se les avisó con tiempo del cierre de la planta empacadora.

Además, rechaza que se trata de una medida ilegal o discriminatoria, ya que va a afectar de la misma manera a todo el personal y que ningún empleador está obligado a mantener un negocio que no funciona.

Finalmente, Bananera Córcega (Grupo Calinda) asegura desconocer la existencia de un proyecto de negociación colectiva impulsado por el Sitrap.

“La empresa se mantiene cerrada y no quiere dialogar. Respondimos a la carta mencionando todas las maniobras que ha hecho de forma ilegal y deshonesta para despedir al personal”, comentó a La Rel, Didier Leitón, secretario general del Sitrap.

Según Grupo Calinda, el cierre de la planta empacadora se debe al bajo desempeño de las y los trabajadores y a supuestas pérdidas millonarias sufridas por la empresa.

Para el sindicato, detrás de esta decisión hay una estrategia de largo plazo, que prevé la tercerización de las operaciones de empaque y la debilitación del sindicato.

“No es cierto que los trabajadores tienen un bajo rendimiento. Lo que pasa es que la empresa estuvo recortando horarios de trabajo y empleando estrategias para que disminuyera su rendimiento.

Tenemos fotos y videos donde se mira claramente como se está atrasando la cosecha, para luego botar la fruta en mal estado y acusar a los trabajadores de bajo rendimiento”, aseguró Leitón.

El dirigente sindical dijo que estaban a punto de alcanzar la cantidad de afiliados establecida por la legislación laboral, para poder negociar colectivamente.

“La empresa se niega a dialogar y no tengo la menor duda de que, detrás de esta maniobra, está la intención de tercerizar y golpear al sindicato.

Necesitamos de más apoyo nacional e internacional, para que la empresa acepte sentarse con el sindicato y reconsidere esos injustos despidos”, concluyó Leitón.