El reencuentro de Estela de Carlotto con su nieto Guido, 36 años después
Con Jair Krischke
Acercados por la misma emoción
El reencuentro de Estela de Carlotto con su nieto Guido, 36 años después
Foto: Gerardo Iglesias
“Estamos felices, muy felices por este hecho”. Así comienza su diálogo con La Rel Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre (MJDH), consultado sobre la aparición de Guido, el nieto de Estela de Carlotto, cuya identidad fue recuperada el pasado 5 de agosto.
“Además de ser algo fabuloso para Estela, lo es para todos nosotros -dijo el activista- porque es el resultado de una lucha de muchos, una larga lucha.
Estela de Carlottoencontró 113 nietos antes, y el 114 es su nieto.Creo que la vida le hace una caricia a esta guerrera como recompensa a su lucha inclaudicable”, reflexiona Jair.
Para este activista por los derechos humanos, conocido en el ambiente como “el sabueso” por su larga e importante contribución a la búsqueda de militares fugados y por salvar a miles de exiliados en tiempos de dictaduras en el Cono Sur, lo único que empaña por momentos este momento de felicidad es su preocupación por Guido.
“¿Se imaginan el proceso que le llevará recobrar su identidad? ¿Lo removedor y doloroso que debe resultar reconstruirse nuevamente y a partir de estas circunstancias para este joven? Esto es volver al dolor, es la prueba del daño que produjeron los militares. Hechos como estos nos dan la dimensión de la maldad que propagaron”, dice Jair, entre indignado y triste.
Al tiempo que reflexiona: “Yo tengo nietos, y desde que me enteré de la buena nueva estoy meditando sobre esto. La emoción de este encuentro luego del dolor prolongado que vivió Estela me lleva a pensar que a pesar de toda su experiencia en esta tarea de reencontrar nietos, nada la preparó para lo que está viviendo hoy, aunque lo haya soñado durante estos 36 años. El cúmulo de sentimientos debe ser abrumador”.
Según cuenta Jair, desde que llegó a su oficina del MJDH en Porto Alegre, ayer 6 de agosto, el teléfono no ha parado de sonar.
“Compañeros argentinos, que llegaron a la ciudad exiliados y que acá permanecieron, han estado llamándome para compartir esta gran alegría que representa el reencuentro de Estela con su nieto, un hecho que a pesar de la distancia entre Buenos Aires y Porto Alegre nos acerca en la misma emoción”, dijo.
“Vaya desde acá el abrazo apretado a esta luchadora incansable como es Estela de Carlotto. Estamos juntos en la alegría del reencuentro”.
