DERECHOS HUMANOS

“La presidenta no nos defiende”

Omisiones y complicidades del gobierno brasileño con el agronegocio

Con el cacique Jurandir Siridiwe Xavante
“La presidenta no nos defiende”
Omisiones y complicidades del gobierno brasileño con el agronegocio
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Cacique Jurandir Siridiwe Xavante
En la siguiente entrevista, el joven cacique Jurandir Siridiwe Xavante explica qué es ser un Xavante, cómo se elige al cacique, la problemática de la desinformación en los grandes medios de prensa, cómo piensan los pueblos indígenas a la tierra, al agronegocio y denuncia las omisiones del gobierno brasileño frente a las brutalidades de que son víctimas históricamente los pueblos nativos en Brasil.
-¿Qué significa ser un xavante?
-En primer lugar tengo que explicar que cada pueblo se autodenomina “El pueblo”, por lo tanto el mío es el Pueblo Xavante, que está al este de Mato Grosso. Posee ocho territorios, 270 aldeas y una población de casi 17 mil personas. Somos el quinto mayor pueblo indígena de Brasil. Mi territorio se llama Tierra Indígena Pimentel Barboza, tiene 12 aldeas y yo soy el cacique de la Aldea Etenhiritipá.
 
La comunidad es la que vislumbra el perfil de su cacique, y como yo estudié en la universidad mi aldea me pidió que fuese su líder y pactase alianzas con las otras 11, buscando una unidad para llevar a cabo un despertar del Brasil en relación a nuestros territorios, nuestros ríos y sus límites.
 
Además de ser cacique de mi aldea, siempre visito las otras 11, que son mis colegas, mis primos, mi familia. Yo realizo la tarea de coordinación con la municipalidad, con los ediles, diputados, empresarios y mi aldea acompaña los resultados.
 
-¿Cuál es el papel del cacique en relación a la sociedad?
-En primer lugar, es necesario combatir el prejuicio y la ignorancia que existen en las ciudades con relación a los pueblos indígenas.
 
La mayor parte de la población brasileña que es educada en escuelas, en salones de clase, usa libros que hablan de los indígenas en tiempo pasado. “Los indios hacían”, los indios usaban». Ese pretérito, que también es reproducido por los medios y en charlas cotidianas, implícitamente está diciendo que el indio no existe más. Pero no es así.
 
El cacique entonces les demuestra a las personas que en las escuelas están enseñando mal. Como no existe esta política en el Ministerio de Educación, nosotros mismos, a través del “boca en boca”, vamos transformando, educando, con el desafío de concientizar a la sociedad brasileña.
 
Y, para eso, articulamos acciones con municipalidades, educadores, políticos. De hecho, el prejuicio y la discriminación hacia los indígenas brasileños viene de una ignorancia que comienza mucho antes, en los libros distribuidos en las escuelas.
 
Romper el aislamiento
 
El pueblo Xavante es apenas uno de los pueblos que habitan Brasil, que son 230, con sus 180 lenguas. De ellos, unos 50 todavía no conocen Brasilia y ni siquiera saben con certeza qué es Brasil, porque permanecen aislados. Esto es algo muy importante que debe ser dicho en la Cámara de representantes y en todos los espacios públicos.
 
Eso es lo que hago: mesas redondas en las veredas, eventos y actividades, para socializar la información, en la búsqueda de transformar y reeducar la sociedad brasileña.
 
Nuestro desafío es concientizar sobre el hecho de que no formamos parte del pasado, no desaparecimos del mapa, estamos muy vivos y activos, y tenemos nuestros idiomas, culturas y tierras.
 
Los medios desinforman
 
-¿Cómo cubren los medios de comunicación brasileños la realidad de los pueblos indígenas?
-A menudo tergiversan las noticias, y nosotros tenemos que explicar por qué existen tantos conflictos por la tierra. Es fundamental que podamos pasar esa información a la población brasileña, evitando el enfrentamiento, porque los ruralistas terminan gritando más fuerte. Es importante que los pueblos indígenas podamos tener voz y ser escuchados.
 
Los medios, en su gran mayoría, están contra nosotros. Para ellos los latifundistas siempre tienen razón y siempre dicen la verdad, lo que evidentemente no es así.
 
Gobierno, agronegocio y ambiente
 
Ustedes mantienen un fuerte enfrentamiento con los terratenientes y los sectores del agronegocio en general.
-Para la actual política de gobierno, el agronegocio justifica todo, y para eso es necesario plantar soja, maíz, caña, criar ganado, con la falaz justificación de que son para alimentar al pueblo.
 
Pero nadie en el gobierno les dice a los ciudadanos brasileños que lo que los terratenientes plantan es para exportar, que no están alimentando de ninguna manera al pueblo brasileño, porque quien alimenta al pueblo son los pequeños productores, que abastecen a los supermercados.
 
En cambio los latifundistas están matando el cerrado, destruyendo el ambiente para alimentar a los países desarrollados. Los ruralistas traen destrucción, están devastando territorios, están destruyendo la tierra.
 
Después de nada sirve quejarse porque no llueve o porque llueve demasiado, o porque las temperaturas cambian.
 
En el momento en que la naturaleza desaparezca y solo queden desiertos, ¿qué pasará? Solo esperamos que el gobierno haga algo antes que eso suceda.
 
Es con mucho dolor que los pueblos Xavantes ven la destrucción de las florestas, entre ellas el Cerrado y toda su biodiversidad. No sólo nosotros lo lamentamos, ya que hay muchos pueblos que viven allí, que no están de acuerdo con la destrucción de las florestas y consideran a la biodiversidad un valor que no puede ser sólo usado para generar divisas al gobierno.
 
La bandera que une a todos estos pueblos es la guerrera. No queremos permanecer callados, queremos decir lo que pensamos y vamos a pelear por lo que es nuestro y mostrarle al mundo que nuestra visión de la tierra es diferente a la que tienen los empresarios del agronegocio, que no se preocupan con el bioma, ni piensan en la fauna y flora del país.
 
Cada pueblo indígena conoce muy bien su tierra, dónde están sus plantas, dónde sus riquezas.
 
Los pueblos indígenas tienen una relación muy profunda con la tierra, que el Estado brasileño desconoce. Somos nativos, no vinimos en embarcaciones, y esto deber ser valorizado, el Estado tiene que entenderlo.
 
Brutalidad histórica
 
-El gobierno, dicen ustedes, incumple su obligación constitucional de protegerlos.
-Sí, el gobierno no está cumpliendo con su deber de hacer respetar la Constitución de 1988, está siendo omiso en relación a nuestros derechos, pues ya hace 25 años que no contamos con la demarcación de nuestras tierras.
 
Y cuando los ruralistas nos atacan y nos matan, el gobierno está de su lado, del lado del poder económico. ¿Y dónde quedan los derechos humanos? ¿Dónde está la voz de la presidenta? 

 

20140314 artículo etnias cacique jurandir
«Las Etnias de todo o Brasil” (Foto: Leyde Tserenhonhimi Rãmiwê)