“Es un verdadero éxodo. No los van a parar porque no tienen nada que perder. Son miles y miles de personas que ya se están desplazando en territorio mexicano, y otras miles lograron entrar a territorio guatemalteco y siguen el mismo rumbo.
Todo esto es el resultado de la acumulación de problemas que vive la sociedad hondureña a raíz de las políticas excluyentes del gobierno. La gente ya no aguanta la inseguridad y la violencia, la corrupción, falta de trabajo y de acceso a los servicios básicos.
No hay salud, ni educación de calidad, y el sistema de justicia funciona sólo para los ricos. Quien protesta y exige el respeto de los derechos fundamentales es criminalizado y judicializado”, dijo José Zambrano.
Para el defensor de derechos humanos la militarización de la sociedad es otro de los elementos desencadenantes de la huida de miles de hondureños y hondureñas.
“Han militarizado el país y la gente tiene miedo. También han vuelto a aparecer grupos paramilitares. Hay secuestros y desapariciones. El gobierno no le está prestando la debida atención a lo que está pasando con las personas que desaparecen.
Cada día muere gente, hay masacres en barrios y colonias. Los defensores de derechos humanos sufren amenazas y represión. Lo mismo que los estudiantes que protestan por una mejor educación y una sociedad más justa.
Estamos en un país que ya no brinda oportunidades para garantizar un futuro mejor. Y la gente prefiere arriesgarse a caminar miles de kilómetros y a enfrentar de todo antes que seguir sufriendo este calvario”, manifestó el activista.
Zambrano lamentó la actitud de las instituciones que, en lugar de resolver de raíz los problemas que aquejan la sociedad y que obligan a casi 300 personas a emigrar cada día, prefieren acusar a la oposición política de estar manipulando a las personas y promoviendo las caravanas de migrantes.
“Son ‘patadas de ahogado’. Ya no pueden ocultar la realidad porque el mundo tiene los ojos puestos en nuestra región. Todos están viendo la ineficiencia e inoperancia de este gobierno, y como está militarizando las fronteras con Guatemala y El Salvador, colocando barricadas con alambre de púa electrificado.
El gobierno trata de demostrar a Estados Unidos que está resolviendo el problema y manipula datos diciendo que ya miles de migrantes han vuelto a sus hogares. Pero calla sobre otros miles que están entrando a Guatemala por puntos ciegos”, explicó el activista de Apuvimeh.
Para Zambrano, desde hace años Honduras se ha convertido en país que coarta derechos fundamentales y donde no se ha podido restablecer el orden constitucional, después de su ruptura a raíz del golpe del 2009.
Los fraudes electorales en las elecciones del 2013 y 2017 son parte de esta tragedia.
“En estos días nos hemos convertido en una gran cárcel, donde la gente no puede movilizarse libremente y, si intenta pasar la frontera, es reprimida con violencia.
Esto no puede seguir así. Debemos fortalecer la lucha para restablecer el orden constitucional, democratizar el país y cambiar este modelo de desarrollo que nos han impuesto, donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos.
El pueblo necesita trabajo y salarios dignos, acceso a salud, educación y servicios básicos. Necesita poder vivir en paz y sin violencia en su territorio, sin que se lo saqueen con proyectos extractivistas.
El Estado debe volver a ser garante de la vida”, concluyó.
En Managua, Giorgio Trucchi – Rel-UITA