Este jueves 15 de agosto los paraguayos tuvieron tres motivos para celebrar y en principio festejar
Celebraciones y deseos por un Paraguay mejor
Los tres 15 de agosto
Este jueves 15 de agosto los paraguayos tuvieron tres motivos para celebrar y en principio festejar. Los dos primeros son tradicionales, el tercero es sobre todo una esperanza de deseos.
En primer lugar, celebramos la festividad de la Virgen María en su advocación de asunción al cielo. Se trata de una de las grandes fiestas marianas de Paraguay.
El 15 de agosto celebramos también la fundación de Asunción, ciudad hermosa, que podría ser maravillosa si todos la cuidáramos más, comenzando por sus Intendentes.
Y por último celebramos el juramento, ante Dios y el pueblo, del presidente Horacio Cartes.
Sobre el tercer 15 de agosto, Gerardo Iglesias, uruguayo y secretario regional de la Rel-UITA, en su reciente visita al Paraguay, me hizo algunas preguntas que es interesante recordar hoy.
La primera pregunta tiene que ver sobre cómo será el futuro gobierno de Cartes.
Existen tres escenarios posibles, le respondí. Uno sería que comience gobernando junto a su partido, el Colorado, y que a mitad del camino por hacerlo bien lo dejen solo, sin mayoría parlamentaria.
Comento: si esto ocurriera por negarse a ser prebendario y por no caer en la corrupción, en esa coyuntura habría que defenderlo.
El segundo escenario sería que Cartes dominara una eventual rebelión de los colorados, pero que no gobernara con equidad, o sea comenzando por los que menos tienen, y el pueblo honesto se le oponga. El tema es cómo controlará a esta oposición y si usará todo el aparato represor, convirtiendo al país en una dictadura.
El tercer escenario es que gobierne bien, los colorados lo dejen y la oposición participe en ese gobernar bien para sacar adelante al Paraguay.
Mi comentario respecto a este tercer escenario en el día de hoy es “Amén”, es decir, “Así sea”.
Este 15 de agosto es día de oración a la patrona, Nuestra Señora de la Asunción, por el bien del Paraguay. Es día de gozar de nuestra ciudad capital, soñando con hermosearla más.
Y es día de esperanza política, por aquello de que la esperanza es lo último que se pierde.