Una cascada de interrogantes y sentimientos
Tres días después de las elecciones
Una cascada de interrogantes y sentimientos.
En estas elecciones más que en ninguna otra abundan las preguntas, los sentimientos encontrados y las cuestiones de fondo. No como elementos definitivos de análisis, sino como un proceso de sucesivas «cascadas» que va durar quizás mucho tiempo.
La cuestión de fondo es cómo es la fisonomía del paraguayo moderno, que diez meses después ha votado coincidentemente en una actitud mayoritaria.
Por supuesto, lo que más privan son sentimientos como: «Volvimos para quedarnos para siempre», «Yo ya preparo las maletas para la emigración». Dos sentimientos extremos, que habrá que analizar.
En cuanto a las preguntas, es interesante guardarlas. Ellas nos dirán sin forzarlas la clave de lo que ha sucedido en estas elecciones.
¿Qué nos queda?
Pues sin prisas hablar mucho con la gente. Con aquellos que se sienten felices por su victoria y con los que perdieron. Todos vamos viajando en esta pequeña canoa que es Paraguay.
Pero hay algo necesario que, como una moneda del futuro, tiene dos rostros.
Una es la esperanza, que nunca puede faltar pero que puede estar ausente tanto por haberse perdido o porque creernos que ya tenemos todo lo que pudiéramos desear.
La otra cara de la moneda es la unión en la convivencia. Con esta moneda podremos tener futuro en el Paraguay.
Y un último consejo: de aquí al 15 de agosto se trata de que hablemos poco y de que escuchemos mucho. Comenzamos una nueva andadura política y los primeros pasos en toda ella no son fáciles.