Estados Unidos | FRIGORÍFICOS | JBS

La administración Biden alerta sobre muertes por coronavirus en la industria frigorífica

¿Una luz al final del túnel?

Un subcomité para la crisis del coronavirus conformado por miembros del nuevo Congreso de Estados Unidos lanzó una investigación sobre la contaminación y muertes generalizadas por Covid-19 en diversas plantas frigoríficas en ese país.
Foto: Gerardo Iglesias

El subcomité señala en su página web que, a pesar de los cientos de brotes, la administración Trump emitió solo ocho citaciones, con multas ridículas de 11 dólares por trabajador infectado.

James E. Clyburn, presidente del subcomité sobre la crisis del coronavirus, envió cartas a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), a Tyson Foods, Smithfield Foods y a JBS USA exigiendo prontas medidas de contención del virus en el sector.

Tyson, Smithfield y JBS son tres de las empresas frigoríficas más grandes del país y cada una ha tenido varios brotes.

“Los informes públicos indican que bajo la administración de Donald Trump, la OSHA no cumplió adecuadamente con su responsabilidad de hacer valer las leyes de seguridad de los trabajadores y trabajadoras en las plantas procesadoras de carne en todo el país, lo que resultó en infecciones y muertes prevenibles», escribió el presidente Clyburn.

Negros, latinos y pobres

“Es imperativo que las deficiencias del gobierno anterior se identifiquen y rectifiquen rápidamente para salvar vidas en los meses previos a que las vacunas contra el coronavirus estén disponibles para todos los estadounidenses”, subraya en la nota.

La investigación del Subcomité sigue a los informes de que casi 54.000 trabajadores en 569 plantas frigoríficas en los Estados Unidos han dado positivo por el coronavirus, y al menos 270 han muerto.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han identificado esas plantas como una fuente de “transmisión rápida” del coronavirus.

Más de dos tercios de los trabajadores del sector son negros o hispanos, y casi la mitad de los empleados viven en familias de bajos ingresos.

Bajo la administración Trump, OSHA emitió solo ocho citaciones y menos de 80.000 dólares en multas totales por violaciones relacionadas con el coronavirus en las citadas empresas, una cantidad insignificante que no ha logrado frenar las condiciones peligrosas que enfrentan muchos trabajadores.

Multas ridículas

En un frigorífico de Smithfield Foods, en Dakota del Norte, se registraron 1.294 trabajadores contaminados por coronavirus. Cuatro de ellos fallecieron y la agencia del estado impuso una multa de apenas 13.494 dólares, es decir menos de 11 dólares por trabajador infectado. Cabe mencionar que en 2019 Smithfield le pagó solo a su director ejecutivo la friolera de 14 millones de dólares.

“Durante el año pasado, OSHA no emitió reglas exigibles, no respondió de manera oportuna a las quejas y no emitió multas significativas cuando las prácticas inseguras de una empresa llevaron a la muerte de empleados”, continuó el presidente.

Como resultado, me preocupa que bajo la administración Trump OSHA no cumplió con su misión de proteger a los trabajadores frigoríficos vulnerables durante la pandemia«.

El presidente Clyburn envió notas también a JBS y a las otras dos empresas procesadoras de carne, señalando que según los informes públicos los frigoríficos se han negado a tomar precauciones básicas para proteger a sus trabajadores, muchos de los cuales ganan salarios extremadamente bajos y carecen de licencias pagadas adecuadas.

También denunció a las empresas por mostrar desprecio por la salud de su personal.

El subcomité las instó a rever su postura lo antes posible bajo pena de mayores sanciones.

JBS, la mayor procesadora de proteína animal del mundo, ha tenido al menos 3.000 trabajadores contaminados con coronavirus en Estados Unidos, de los cuales 18 murieron.

Made in Brazil

En Brasil, país de origen de la transnacional, la situación es similar. Aunque no hay datos oficiales, las organizaciones sindicales que representan a los trabajadores y las trabajadoras estiman que el 25 por ciento del total de los funcionarios de JBS contrajeron el virus.

También en Brasil las escasas medidas de prevención y control llevaron a que los frigoríficos sean un importante foco de contagio, pero el gobierno y sus agencias sanitarias priorizan el lucro sobre la salud de trabajadores y trabajadoras.

Además de los sindicatos del sector, sólo el Ministerio Público de Trabajo realiza una titánica labor de protección en ese sentido.

Así como los estadounidenses despidieron a Trump, los brasileños acaso también lo hagan con Jair Bolsonaro.

Al menos en el norte, bajo una nueva administración ya se vislumbra una luz al final del túnel para los trabajadores y trabajadoras más vulnerables.