FRIGORÍFICOS

Engordando un ya abultado prontuario

Nueva multa para JBS
Engordando un ya abultado prontuario
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Ilustración: Rel-UITA
El Tribunal Superior del Trabajo (TST) condenó al Frigorífico Seara (JBS) a pagar 4 millones de dólares y a adecuar las condiciones de trabajo por graves violaciones a sus deberes y a la dignidad y la salud de sus empleados. La multa por incumplimiento de las obligaciones puede llegar a 40.000 dólares por infracción.
La 3ª Sala del Tribunal Superior del Trabajo, integrada por los ministros Alberto Bresciani, Alexandre Agra Belmonte y Mauricio Godinho Delgado, en sesión celebrada el 19 de noviembre, condenó al Frigorífico Seara Alimentos, unidad Forquilinha en Santa Catarina, actualmente parte del Grupo JBS, a pagar una indemnización de 4 millones de dólares por daños morales colectivos en virtud del incumplimiento de las medidas para proteger la salud de los trabajadores.
 
El Tribunal Regional del Trabajo de la 12ª Región ya había condenado a la empresa a abonar casi 10 millones de dólares, citando la existencia de «una verdadera legión de trabajadores que tuvieron que dejar de trabajar por situación de incapacidad laboral irreversible, ya que la compañía no implementó ninguna medida preventiva para cambiar el panorama”.
 
En la resolución de la primera Sala del TRT, integrada por los magistrados del Trabajo Águeda Lavorato, Viviane Colucci y Jorge Volpato, consta que “la conducta de la acusada perpetrada por profesionales de la salud retrotrae al período de la historia reciente del país, cuando muchos profesionales de la medicina colaboraron con la dictadura militar”.
 
Agrega que quedó “ampliamente comprobada en los registros la conducta reprobable de la demandada, que durante muchos años precarizó el ambiente de trabajo y omitió adoptar las normas de protección de la salud de los trabajadores, obteniendo una considerable ventaja financiera como resultado de sus conductas, que podrían incluso dar lugar al llamado dumping social”.
 
Además de la indemnización de 4 millones de dólares el TST decidió que la empresa debe hacer que las condiciones de trabajo sean las adecuadas, otorgando descansos de 20 minutos cada 1 hora y 40 minutos trabajados en ambientes fríos y no podrá exigir horas extraordinarias en ambientes fríos ni impedir el uso de los baños en horario de trabajo.
 
También deberá emitir Comunicaciones de Accidentes de Trabajo en caso de sospecha o confirmación de enfermedades profesionales, asegurar un tratamiento médico completo para todos los empleados con enfermedades profesionales y aceptar certificados médicos de profesionales no vinculados a  la compañía.
 
La decisión del TRT también reconoce el frío como agente insalubre en los frigoríficos. En caso de incumplimiento de las obligaciones, la multa será de hasta 40.000 dólares por infracción.
 
La acción civil pública fue presentada por el Fiscal de Trabajo Jean Voltolini de la Procuraduría del Trabajo del municipio de Criciúma / SC.
 
Para los procuradores del Trabajo Sandro Eduardo Sardá y Heiler Ivens de Souza Natali, coordinadores nacionales del Proyecto del MPT sobre Adecuación de las Condiciones de Trabajo en Frigoríficos, “la decisión de la 3ª Sala del TST denota que la Justicia Laboral está atenta y cohibirá la violación a los derechos fundamentales del trabajo, debido al alto nivel que la dignidad humana y la protección de la salud se encuentran en el marco jurídico y constitucional”.
 
Afirman que “el valor de 4 millones de dólares surge de la gravedad de las violaciones a la salud y dignidad de los trabajadores, de la conducta intencional de la empresa al no adoptar las medidas adecuadas para el entorno de trabajo y también por ser líder mundial en el sector de procesamiento de proteína animal”.
 
Concluyen que se trata de “una decisión ejemplar, que establece el precedente jurisprudencial más importante de Brasil sobre los frigoríficos, tanto por la naturaleza de las obligaciones impuestas como por el valor de la indemnización por daños morales colectivos”.
 
Célio Elias, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Criciúma y Región, destacó que la organización sindical ha actuado en todas las etapas del proceso, en sus diversas fases, presentando pruebas, en calidad de asistente del MPT, y memoriales a los ministros de TST, entre otros documentos.
Pésimas condiciones de trabajo
Miembros congelados, ritmos excesivos
 
La condena de la empresa Seara, actual JBS, por el Tribunal Superior del Trabajo en valores millonarios supone el reconocimiento de las malas condiciones de trabajo en estos frigoríficos, una situación que el sindicato ha denunciado regularmente.
 
La acción se inició cuando nueve operarias del frigorífico situado en el municipio de Forquilinha, en el sur del estado, solicitaron a la empresa algunos minutos para calefaccionarse fuera del lugar de trabajo, pues ya no soportaban el frío.
 
La reivindicación dio lugar al despido sumario de todas las empleadas. La precariedad de las condiciones de trabajo fue denunciada al Ministerio Público, que comenzó, con el apoyo del Sindicato, una investigación sobre los ilícitos presentados.
 
En el proceso constan informes de los trabajadores que indican que para poder soportar las condiciones en la sala de cortes debían usar hasta tres pares de medias; a pesar de que sus manos quedaban entumecidas por el frío, los trabajadores recibían instrucciones para dirigirse a la enfermería a retirar analgésicos, tomarlos y volver al trabajo, incluso cuando sentían dolores en todo el cuerpo
 
También se constató un ritmo excesivo de trabajo, sin pausas, la no la aceptación de certificados médicos y la omisión de emitir comunicaciones de accidentes de trabajo, entre otras infracciones.
 
La jueza del Trabajo Zelaide de Souza Phillipi, de la 4ª Sala de Criciúma, condenó a la empresa a pagar una indemnización por daños morales colectivos por 6,3 millones de dólares, un valor incrementado por el juzgado de primer Turno del TRT de la 12ª Región a10 millones de dólares.
 
“Atentados a la dignidad de los trabajadores”
El lucro ante todo
 
Según el fallo de la relatora del proceso en el TRT, la jueza Águeda Lavorato, “tales conductas, según las pruebas en los autos, han generado un daño grave e irreparable a la salud de muchos trabajadores, sometidos a un entorno de trabajo degradante, con el único propósito de obtener mayores ganancias, situación que el tribunal laboral denominó, en dos ocasiones (tutela anticipada y sentencia), como una ‘legión de trabajadores enfermos y discapacitados’”.
 
El fallo prosigue afirmando que “configura daño moral colectivo sujeto a indemnización la conducta de la empresa que viola las normas de salud y seguridad, degradando el medio ambiente de cientos, si no miles de empleados, ya que sólo en la unidad de la parte demandada, en la ciudad de Forquilinha, trabajan cerca de 2.500 empleados. En consecuencia, fue negativamente afectada la esfera ética”.
 
En la decisión final, el TST fijó la indemnización en 4 millones de dólares, manteniendo todas las obligaciones establecidas por el TRT de la 12ª Región, bajo pena de una multa de 40.000 dólares por violación de las leyes laborales, y separó la multa por embargos declaratorios dilatorios.
 
Seara Alimentos fue adquirida en octubre de 2013 por JBS. En la actualidad es líder mundial en el procesamiento de carne bovina, ovina y de aves, además de tener una fuerte participación en la producción de carne de cerdo.
 
Con más de 200 mil empleados en todo el mundo, cuenta con 340 unidades de producción y opera en las áreas de alimentos, cuero, biodiesel, colágeno, envases metálicos y productos de limpieza.
 
Presente en el 100 por ciento de los mercados de consumidores de carne, JBS es la mayor exportadora del mundo de proteína animal, comercializando su producción en más de 150 países.
 
La empresa obtuvo un lucro neto récord de 430 millones de dólares en el tercer trimestre de este año, una cifra cinco veces superior a la registrada en el mismo período de 2013.