Guatemala | REVOLUCIÓN | MEMORIA

81 Aniversario de la Revolución de Octubre

Aquella primavera, estos tiempos gélidos

Carlos Amorín y Gerardo Iglesias

21 | 10 | 2025

Este lunes 20 un número expresivo de organizaciones marcharon en la Ciudad de Guatemala, conmemorando el movimiento cívico-militar que dio término a la tiranía del general Jorge Ubico Castañeda, quien gobernó el país durante 14 años (del 14 de febrero de 1931 al 1 de julio de 1944).

Guatemala era una “republiqueta” en libertad condicional bajo el mando económico, administrativo y político de la tristemente célebre United Fruit Company (UFCO): la compañía bananera global más importante de la época, responsable del 80 por ciento de las exportaciones mundiales.

La compañía, omnipresente en toda Centroamérica, Islas Canarias y Colombia, palanqueó el ascenso político de Ubico −que se creía Napoleón Bonaparte, alardeando públicamente de su parecido físico− y éste, en contrapartida, se convirtió en servil complaciente de los intereses de la transnacional, que entre otras regalías entregó ciento de miles de hectáreas de tierra y mandó a reducir a la mitad los salarios en las plantaciones bananeras.

En esa época, Centroamérica y el Caribe era una fosa de gobiernos dictatoriales: Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana (1930-1961); Maximiliano Hernández Martínez en El Salvador (1931-1944); Tiburcio Carías Andino en Honduras (1933-1948) y el régimen de la familia Somoza en Nicaragua desde 1934. Los intereses económicos de la UFCO y la incipiente estrategia imperialista de Washington, fue el maridaje perfecto para hincarle el diente a toda la región.

El general Ubico gobernó con mano dura, al igual que los citados autocráticos contemporáneos. Cada manifestación fue reprimida ferozmente, dejando un reguero de heridos, muertos y el categórico mensaje: ¡El que se mueve, termina en una zanja!

Cuando el garrote dejó de atemorizar

Más allá de las circunstancias adversas, las amenazas y la milicada con voluntad de dar palo a mansalva, llegó un momento en el que la gente se cansó y perdió el miedo. En 1944 las movilizaciones se precipitaron. Los estudiantes de la Universidad de San Carlos, obreros, campesinos y otros actores sociales expresaron su inconformidad.

En junio de ese año el Magisterio exigió un aumento salarial al general Ubico. La respuesta fue la suspensión de las garantías constitucionales el 22 de junio, para dar rienda suelta a la represión.

El sábado 24 y el domingo 25 en la mañana, una muchedumbre demandó la dimisión del tirano. La arremetida dejó un saldo importante de heridos. Ese mismo domingo un numeroso grupo de mujeres vestidas de luto se congregaron a las cinco de la tarde y manifestaron por libertad, democracia y la renuncia de Ubico. La marcha pacífica fue atacada salvajemente por policías y soldados. Varias mujeres fueron asesinadas, entre ellas, la maestra Ana María Chinchilla Recinos, quien recibió un disparo en el rostro y cayó sin vida en el centro de la ciudad. Tenía 39 años. Cinco días después Ubico presentó su renuncia.

Guatemala progresista

A la sombra del general depuesto, asumió como presidente provisional de Guatemala el general Federico Ponce Vaides. Su gobierno duró 16 días: del 4 de julio al 20 de octubre, cuando se produjo un alzamiento cívico-militar “sellando por primera vez en la historia republicana de Guatemala la unión entre Ejército y civiles revolucionarios”.

Juan José Arévalo −padre del actual Presidente− asumió la Presidencia de Guatemala el 15 de marzo de 1945, tras ganar las elecciones de diciembre de 1944. La toma de posesión marcó el inicio del «Primer Gobierno de la Revolución”. El período comprendido entre 1944 y 1954 se dio en llamar la “Primavera Democrática de Guatemala, una década caracterizada por reformas progresistas como la creación del Instituto Nacional Indígena, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, un Código de Trabajo moderno y la Reforma Agraria”.

Este periodo terminaría con el golpe de Estado contra el presidente constitucional Jacobo Árbenz en 1954. Pero esa es otra historia.

La sensación térmica del actual gobierno

En el presente se consideró que el gobierno del presidente Bernardo Arévalo podría promover otro período de reformas, otra “primavera democrática”. “Cierto que quiso querer, pero no pudo poder”, canta Alfredo Zitarrosa.

Es verdad que las condiciones geopolíticas y económicas son muy distintas, que la derecha local aún maneja importantes resortes de poder, que las rémoras del autoritarismo neofeudal de la elite nacional aún obstaculiza algunos caminos hacia más democracia y más derechos sociales.

Pero la sociedad guatemalteca tiene enormes reservas de esperanza, experiencia de lucha, capacidad de organización y visión estratégica que alientan todavía una gran esperanza de futuro. El pueblo sabe que la historia está mirando.

El mural “Gloriosa victoria”, del pintor mexicano Diego Rivera, representa el proceso democrático de 1944
sepultado por un complot militar dirigido por los Estados Unidos en 1954.