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81 Aniversario de la Revolución de Octubre

La calle es nuestra, la historia enseña

Gerardo Iglesias

31 | 10 | 2025


Foto: SITRAGFLG

El Sindicato de Trabajadores de Servicios GFLG y Compañía Limitada (SITRAGFLG, −Ventas PepsiCO−), desfiló junto a otras de nuestras afiliadas rememorando la Revolución de Octubre.

Aquel 20 de octubre de 1944, el pueblo guatemalteco catapultó una revolución democrática y popular, impulsada por estudiantes, campesinos, militares y trabajadores. Ese día se dio término al gobierno de facto del general Federico Ponce Vaides, testaferro del tirano, el general Jorge Ubico, quien permaneció 13 años administrando el país como si fuera una finca de la United Fruit Company (UFCO), hoy Chiquita Brands.

Ese estallido épico inició la denominada “Década Democrática”, durante la cual los gobiernos de Juan José Arévalo Bermejo (padre del actual presidente) y de Jacobo Árbenz Guzmán, impulsaron una serie de medidas económicas, sociales y políticas en favor de la dignidad, la soberanía y promoción de libertades democráticas.

Como ha sucedido siempre en América Latina, la sublevación popular y la quita de privilegios al pequeño grupo de poderosos, provocó la ira del imperio y de la propia compañía bananera que realizó una campaña virulenta sembrando el terror ante el supuesto “avance comunista” en Guatemala.

En junio de 1954 se consumó el golpe de Estado, el primero promovido por la CIA en América Latina. La capital fue bombardeada. Por primera vez la United Fruit Company en vez de veneno, fumigaba bombas sobre la capital. La “cabecera de playa de la Unión Soviética”, debía ser liberada.

Detrás de los bombardeos de la CIA ingresó desde Honduras una comparsa de 500 soldados y mercenarios al mando del coronel Carlos Castillo Armas. A ella se sumó la iglesia católica −cuando no− bendiciendo la matanza, mientras la oligarquía terrateniente festejaba frenéticamente.

La prosperidad de EEUU, la sumisión de Guatemala

El golpe fue saludado con entusiasmo por varios gobiernos de Centroamérica y el Caribe, que coordinaron capacidades y recursos en el derrocamiento del gobierno electo democráticamente. Un antecedente, de lo que sería años después el “Plan Cóndor”, en el Cono Sur.

A finales de ese mismo junio, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Foster Dulles (ex abogado de la United Fruit), manifestaba en conferencia de prensa: “(…) El comunismo es todavía una amenaza en todas partes. Pero el pueblo de los Estados Unidos y el de todas las naciones americanas, puede sentir esta noche que por lo menos se ha tomado conciencia de un grave peligro. También se ha sentado un precedente que promete mejor seguridad para el futuro. Una Guatemala próspera y progresista es vital para un hemisferio libre”.

En esos días, en la ciudad acribillada, un joven argentino llamado Ernesto Guevara, galvanizaba su espíritu revolucionario.

Por supuesto, aquella operación imperial aseguró que aún hoy, 71 años después, Guatemala no haya podido ser próspera ni progresista.

Fotos: SITRAGFLG