Durante tres días, con la presencia del doctor Roberto Ruiz, médico especialista en medicina laboral y director del Departamento de Salud y Condiciones de Trabajo de la Rel UITA, decenas de trabajadoras y trabajadores conversaron sobre lo que viven a diario en el ambiente laboral.

Crecimiento desmedido de la carga laboral, ritmos intensos de trabajo, organización inadecuada y extensión de la jornada laboral fueron las principales problemáticas mencionadas por los participantes, muchos de ellos y ellas ya con graves enfermedades osteomusculares.

Cinco meses después, no sólo la situación no ha cambiado y Frito Lay (PepsiCo) no ha acompañado con hechos la disponibilidad declarada a abordar la grave problemática, sino que ahora pretende implementar un nuevo plan para hacer más rentable la productividad.

“La compañía quiere más rentabilidad, pero no ha vuelto a dialogar con nosotros sobre cómo enfrentar y prevenir los riesgos de seguridad y salud que tenemos aquí”, dijo a La Rel, Luis Tomas, secretario general del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Grupo Frito Lay y Compañía Limitada (Sitrafritolay).

Tomas explicó que, en los días pasados, llegó desde Estados Unidos un técnico especialista para analizar la situación de la rentabilidad de las líneas de producción, reorganizar el trabajo y capacitar al personal.

La capacitación está dirigida a personal específico (SETS), afín a la empresa, que en el pasado había entrado en conflicto con el Sindicato y sus afiliados.

“Son antiguos compañeros de trabajo que la empresa, después de haberles mejorado las condiciones salariales, intentó reubicar en la planta con cargos de control.
Para contrarrestar la jugada —continuó Tomas— recolectamos más de 600 firmas y alcanzamos un acuerdo con la empresa que preveía el distanciamiento de estas personas de las líneas de producción”.

Sin embargo, ese acuerdo fue violado en los días pasados, cuando, aprovechando de la ya mencionada capacitación, una treintena de estas personas entraron a la zona de producción y comenzaron a tomar fotos y videos a trabajadores y trabajadoras.

“Para nosotros se trata de un acto de acoso e intimidación. En este sentido, publicamos un comunicado donde invitamos a nuestros compañeros y compañeras a no dejarse intimidar.

Asimismo, advertimos a la empresa que, de repetirse esta situación, tomaríamos medidas y acciones en solidaridad con nuestros afiliados”, explicó Tomas.

Para el dirigente sindical, antes de pensar en aumentar la producción, urge que Frito Lay vuelva a sentarse a conversar con el Sindicato, sobre las medidas a adoptar para hacerle frente a la grave situación de salud ocupacional que hay en la empresa.

“No podemos hablar de aumentar la producción sin primero abordar el tema de la prevención. En este punto nos mantenemos firmes”, concluyó Tomas.