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Con Jorge Ramos

El pan antiobrero de cada día

Trump quiere hacer un muro pretendiendo detener el paso de los mexicanos a los Estados Unidos. En Guatemala, Bimbo, la transnacional mexicana, tendió un vallado para que no ingresen sindicalistas a su planta. En menos de dos años despidió a la totalidad de los integrantes del sindicato y, por las dudas, también a quienes sospechó que eran afines a la organización o tenían cara de futuros sindicalistas. Con Jorge Ramos, secretario general del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Bimbo de Centro América S.A. (Sitrabimbo), realizamos una puesta a punto del conflicto.

-¿Cómo sigue la situación en Bimbo Guatemala?
-En la lucha, más que nunca.

En total, de 2016 hasta la fecha la empresa lleva 450 despidos arbitrarios que fueron objetados en la órbita de la justicia laboral.

Cuando conformamos el sindicato el objetivo era pedir mejoras laborales, y la respuesta de Bimbo fueron despidos masivos: 240 sindicalizados y otras 200 personas apenas allegadas al gremio quedaron en la calle.

Estas 450 plazas actualmente están tercerizadas.

Además, la empresa se niega a respetar las resoluciones judiciales, todas favorables a los trabajadores y las trabajadoras.

-¿Cómo están enfrentando esta realidad?
-Lógicamente la gente que ahora está trabajando tiene miedo y por esa razón no hemos logrado afiliar a más compañeros.

Nosotros llevamos dos años despedidos y los que están sienten que les sucederá lo mismo que a nosotros, pero igual seguimos en la lucha y con los procesos por vía judicial.

Tratados como terroristas

La empresa nos ha estigmatizado. Estamos en las listas negras de los empresarios antisindicalistas, por lo que se nos hace muy difícil conseguir trabajos temporales en otros lados.

Nos las hemos ingeniado para sobrevivir y seguiremos denunciando de la mano de FESTRAS, que nos ha respaldado y asesorado en todo este proceso.

-¿Cuál ha sido la reacción del Ministerio?
-Desafortunadamente parece que el Ministerio del Trabajo tiene gran complacencia con el sector patronal.

En diciembre de 2016, Bimbo presentó, tres días después que iniciáramos las gestiones para registrar al sindicato, algo que nos llevó cinco meses- un recurso revocatorio de la organización sindical.

Administrativamente no se puede eliminar un sindicato, pero la ministra de Trabajo retrasa comunicárselo a la compañía.

Hemos creado una página de Facebook que tiene muchos seguidores y es un canal para dar visibilidad a nuestra situación.

Ahí hacemos pública la verdadera cara de esta transnacional que sigue expandiéndose (ha llegado a ingresar a China) y que es una de las principales a nivel global pero que a pesar de sus dimensiones y de sus ganancias, no respeta los derechos laborales de sus trabajadores y trabajadoras.

Quisiera, en nombre de nuestro sindicato, agradecer a la Rel-UITA por difundir nuestra situación, por estar presente a través de FESTRAS y por apoyar nuestra lucha.


En Guatemala, Gerardo Iglesias