y esperanza
Cofadeh inauguró espacio para visibilizar
los horrores de los años 80
Giorgio Trucchi
29 | 11 | 2024
Foto: Giorgio Trucchi
Del 28 al 30 de noviembre se llevarán a cabo en Honduras diferentes eventos, en el marco de las celebraciones por el 42 aniversario del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
Durante la primera jornada se inauguró la Sala “Búsqueda, resistencia y esperanza. Manteniendo viva la memoria”, ubicada en Tegucigalpa en el Museo de la Memoria/Antigua Casa Presidencial.
El evento, organizado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) y el Instituto Nacional de Memoria Histórica (INMH), con el acompañamiento de Cofadeh, contó con la presencia de familiares de las víctimas de desaparición forzada, sobrevivientes de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas la Rel UITA, y diferentes instituciones.
La mesa principal fue integrada por Bertha Oliva y Berta Elena Nativí de Cofadeh, Angélica Álvarez, titular de la SEDH, Jorge Amaya, director del INMH, Rolando Canizales, gerente del IHAH, y por la socióloga Leticia Salomón.
Entre 1980 y 1993, en Honduras se aplicó la DSN, como herramienta para justificar la represión y el control sobre cualquier disidencia política. Esto resultó en el encarcelamiento, desaparición y asesinato de cientos de ciudadanos y ciudadanas.
El 30 de noviembre de 1982, familiares de las víctimas fundaron el Cofadeh. Más de cuatro décadas después continúan con la premisa de búsqueda de las y los desaparecidos, la exigencia de justicia y la vigilancia para que estos hechos no se repitan y no queden impunes.
Después de la presentación de tres libros1 que aportan en la construcción de memoria y en la exigencia de verdad y justicia, se procedió a inaugurar la nueva sala.
“Esta sala es otra pieza de memoria que vamos recuperando de cara a un futuro donde ya no se torture, ni se asesine o desaparezca a nadie por su creencia política”, dijo Canizales.
“Nunca hemos tenido miedo, algo que perdimos en la lucha por la exigencia de verdad y justicia”, manifestó Bertha Oliva.
“La memoria no es sólo para recordar, llorar y sufrir, sino también para educar y transformar para que estos hechos no se repitan nunca más”, agregó.
Ya terminando su intervención, la reconocida defensora de derechos humanos recordó que la justicia no es solamente la que se obtiene en los tribunales, sino también justicia como memoria colectiva.
“Para nosotras, la ley más importante es nuestra moral; nuestros abogados son los principios que forjamos hace 42 años y el mejor juez es nuestra conciencia. ¡Nadie podrá pisotearnos!”, concluyó Oliva.