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Un resultado inesperado que
desordena el tablero

Tras una jornada electoral pacífica, los datos preliminares divulgados por el CNE a través del Trep alteraron por completo las expectativas del oficialismo.

Giorgio Trucchi

3 | 12 | 2025

La candidata de Libre, Rixi Moncada, quedó más de 20 puntos por detrás de los aspirantes del bipartidismo, desvaneciendo las opciones de continuidad del proyecto de “refundación”.

Aunque Libre insiste en esperar el escrutinio final, el impacto político ya es contundente.

La desconfianza sobre el Trep creció luego de la difusión de audios en los que dirigentes del Partido Nacional discutían un presunto plan para manipular la transmisión de datos y crear una narrativa de triunfo anticipado para la derecha, con el fin de forzar nuevas elecciones.

El proceso avanza hacia un virtual empate entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla, representantes del proyecto neoliberal y de los intereses oligárquicos y estadounidenses. A nivel legislativo, las proyecciones consolidan un Congreso bipartidista y un Libre reducido a poco más de 30 escaños.

Caída del sistema, denuncias cruzadas y un voto desmovilizado

El estrecho margen, el desplome de Moncada y la caída del sistema de recuento durante más de un día alimentaron las sospechas.

Mientras Asfura y Nasralla se proclaman ganadores, Moncada presentó actas de miles de mesas sin control biométrico.

“En la mayoría de estas mesas ganan los dos partidos de oposición, los resultados están inflados y aparecen en el Trep… están tratando de engañarnos, pero nuestra lucha no ha terminado y yo no me rindo”, afirmó.

La participación apenas alcanzó el 50%, lejos del 69% registrado en 2021, reflejando un desencanto profundo tras el triunfo de Xiomara Castro hace cuatro años y el rechazo al legado de Juan Orlando Hernández.

Factores externos, campaña mediática y errores del oficialismo

La analista política Reina Rivera señala que Libre y el gobierno enfrentaron desde el inicio ‘una campaña mediática masiva y destructiva’ que condicionó a una población con altas expectativas y a una nueva generación sin memoria histórica. A ello se suma el “apoyo abiertamente intervencionista” de Donald Trump a Asfura, que influyó en hondureños residentes en Estados Unidos. y sectores dependientes de remesas.

Rivera también identifica fallas internas: una narrativa oficialista que no logró incluir a sectores populares críticos; el distanciamiento respecto del movimiento social que dio origen a Libre; y la dificultad para comunicar sus logros frente al bloqueo mediático.

Aunque hubo avances en reducción de pobreza y políticas rurales, estas inversiones no siempre se traducen en votos y chocan con tradiciones familiares y estructuras “caudillistas” locales.

Un futuro incierto y el llamado a retomar la resistencia

Para Rivera, el regreso de la extrema derecha implicará un deterioro de derechos y un avance sobre territorios, soberanía y bienes comunes.

“Harán todo lo posible para hundir lo bueno que se ha hecho en justicia social. Se avecinan tiempos difíciles para mujeres, comunidad LGBTIQ, pueblos indígenas y negros, campesinado, sindicatos y soberanía alimentaria”.

Aun así, llama a no ceder: “Es el momento de volver a las raíces de la resistencia… En la derrota, no renunciemos a la esperanza ni a la memoria”.

Foto: Giorgio Trucchi