Amir Nasr-Azadani, el deportista en cuestión, participó de las protestas en favor de los derechos humanos de las mujeres que sacuden al país desde el asesinato, en octubre pasado, de la joven Mahsa Amini de 22 años a manos de la policía de la moral que la había detenido bajo el supuesto de no usar correctamente la hiyab (velo), y ahora enfrenta la pena máxima.

Los policías subieron a Mahsa Amini a golpes al vehículo que la trasladó hasta el lugar de detención y en el trayecto le siguieron pegando. Luego negaron atención médica durante horas no obstante los ruegos de sus familiares. Después de tres días en coma, provocado por el impacto con una porra en la nuca, se declaró su muerte.

El Clamu exige a las autoridades iraníes que este crimen no quede impune y se levante la pena que pesa sobre el joven Amir Nasr-Azadani. Resulta inaceptable y completamente incomprensible que una situación como esta suceda en pleno siglo XXI.

La defensa de los derechos de las mujeres, así como de los derechos humanos en general, no puede jamás ser considerada un crimen.

Las mujeres y los hombres que conformamos el Clamu sumamos nuestras voces a las de todos aquellos que alrededor del mundo claman por el respeto de la vida de Amir Nasr-Azadani, recordando que otros dos participantes en las protestas ya fueron ejecutados.

Por último, solicitamos a las compañeras y compañeros del Clamu y la Rel UITA se sumen a la campaña de Change.org con el objetivo que la FIFA intervenga para que no ejecuten al jugador iraní.

Ingresa a la campaña https://chng.it/PvxTFsbC