El campo está en una situación crítica, ya que además de los factores mencionados, la sequía ha retrasado las siembras del ciclo agrícola primavera-verano, y se han afectado los aspectos económicos derivados de la pandemia de covid-19 y de la guerra en Ucrania.
Por todo esto, subraya, se necesita un aumento de 13 por ciento en el presupuesto del Programa Especial Concurrente (PEC), para que pase de 365 mil 700 millones a 413 mil 405 millones, indicó el coordinador del CAP, José Amadeo Hernández Barajas, en nombre de las 10 organizaciones campesinas que integran la cúpula agraria.
En la propuesta hecha al gobierno federal y la Cámara de Diputados, plantea que el presupuesto de los programas que forman parte del PEC se incremente 10 por ciento para todos los programas y componentes, a fin de recuperar su valor perdido por la inflación, más 3 por ciento para importantes actividades que el gobierno ha dejado de apoyar.
Destaca que el efecto en los precios de los alimentos no se ha hecho esperar y la gran mayoría han aumentado. “Mientras la crisis afecta tanto a productores como a consumidores, el gobierno ha dejado de apoyar las actividades del campo, reduciendo su participación en subsidios de carácter asistencial”.
Detalla que la propuesta es que el gobierno federal destine nuevamente recursos a aseguramiento y financiamiento rural; precios de garantía para productos básicos y estratégicos; desarrollo de zonas áridas; apoyo a la mujer rural y a la población rural sin tierra; desarrollo de capacidades y fertilizantes.
También, para el Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuacultura, se propone aumentar su presupuesto a 5 mil millones de pesos. Sugiere que el programa Producción para el Bienestar aumente sus recursos para reincorporar a productores que se han dado de baja por problemas administrativos e integrar a quienes nunca lo han recibido.