Costa Rica y Guatemala los más amenazados
Un informe recientemente difundido por Christian Aid titulado “Cómo el cambio climático amenaza la fruta favorita del mundo”, señala que “el 60% de las zonas actualmente aptas para su cultivo podrían desaparecer en los próximos 50 años”.
Carlos Amorín
24 | 6 | 2025

Foto: Gerardo Iglesias
El informe señala que el banano es uno de los alimentos más consumidos a nivel global, y también una pieza clave de la economía de América Latina y el Caribe, región responsable de aproximadamente el 80% de las exportaciones mundiales de esta fruta.
Sin embargo, el cultivo del banano es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático, como las temperaturas extremas, las variaciones en los patrones de lluvia y el aumento de plagas.
La investigación —basada en imágenes satelitales de alta resolución— indica que, si las temperaturas globales continúan en aumento, muchas regiones productoras podrían volverse demasiado cálidas para mantener el cultivo dentro de su rango óptimo de entre 15°C y 35°C.
“En América Latina esto podría traducirse en una crisis agrícola, económica y alimentaria sin precedentes”, alerta el informe.
El estudio advierte también que, si esta tendencia continúa, la situación podría generar una “crisis sin precedentes” no sólo por la merma de las exportaciones de varios países en América Latina, sino también porque “el banano representa una fuente esencial de alimentación para más de 400 millones de personas, quienes dependen de él para entre el 15% y el 27% de su ingesta calórica diaria”.
Costa Rica y Guatemala son dos de los países potencialmente más vulnerables ante este proceso climático: en Guatemala el banano es el origen de la mayor cantidad de ingresos por exportaciones, y es parte importante de la dieta local en zonas rurales.
Según el estudio, esta “fuerte dependencia económica, aumenta el peligro de una crisis, aunque las graves consecuencias sobre la siembra de banano ya se están haciendo sentir sobre los productores”.
Costa Rica, por su parte, “donde los efectos del clima sobre la producción de esta fruta son cada vez más evidentes”, expresa el estudio, la situación podría llegar a ser crítica ya que el sector emplea a 100 mil trabajadores y trabajadoras, empleos que, de continuar esta tendencia, estarían amenazados.
El estudio de Christian Aid también advierte de que los trabajadores del sector bananero estarán cada vez más expuestos a condiciones climáticas adversas. Los riesgos laborales del sector podrían aumentar porque las temperaturas extremas y los fenómenos meteorológicos intensos generan “entornos de trabajo más peligrosos”.
Según el informe, la crisis climática y la pérdida de biodiversidad asociada requieren “revisar los sistemas actuales de producción de alimentos, que dependen del uso creciente de agroquímicos”.
También sostiene que los gobiernos deben “avanzar en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, restringir los productos químicos más tóxicos y apoyar la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles”.